El día cuatro de abril en la ciudad de Cali, Colombia, es asesinado el soldado profesional en uso de buen retiro Giovanny Viveros. Quien le quitó la vida fue un hombre delgado, con gorra azul y de movimientos claramente ágiles, talvez por su edad, llegó por la espalda del mencionado soldado, accionó un arma de fuego contra su humanidad, cayó el soldado malherido y es nuevamente ultimado por el hombre de gorra azul.
Los movimientos involuntarios del cuerpo inerte del soldado hacen que su agresor retorne nuevamente hasta él, revisando el cuerpo y usando el arma encontrada para extinguir ese pequeño soplo de existencia que se reusaba a oscurecerse.
Aquí termina la existencia del soldado Viveros, que fácil lanzamos prejuiciosos comentarios. “quién sabe en qué estaría metido el niche, para que lo mataran así”. Dice uno de los comentarios, en las redes sociales. La verdad es que, el país está retornando a la década de los 90, donde el solo hecho de caminar por el andén del frente, ya puede ser una afrenta tan grande, que cueste la vida.
El narco reina y su amigo cercano, los grupos terroristas intimidad sin decoro, nacer en el seno de una familia que inculque valores como la educación y el trabajo constante, ya de por sí causa una alerta a estos personajes, pues el hombre educado entiende de manera diferente su entorno y actúa en consecuencia a su entendimiento, ¿pero para qué educarme si no tengo incentivos?, perversa frase acuñada por los que nos quieren ver en la miseria de existencia.
El ser humano es el animal más violento en el planeta, si entendemos eso debemos comprender que el uso racional de la fuerza contra actos de terror como asesinatos y similares debe ser una medida disuasiva, fuerte, que posea una sociedad pacífica, el narco solo cree en el uso de la violencia como medio de expresión y solo a través del terror se comunica con la sociedad, por eso una fuerza pública despolitizada es urgente, importante y sobre todo necesaria con los suficientes dientes para que pueda disuadir el terror. Lo contrario es permitir que la democracia claudique frete a estos personajes.
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