Pasados 62 años, el primer posible magnicidio de los orígenes de las Farc, el de Carlos Lis Oliveros, sigue sin verdad y reparación.
Tras la publicación del artículo “El primer magnicidio perpetrado por las Farc, aún no ha sido reparado”, la JEP dio respuesta a esta columna de opinión. Conozca la respuesta de la JEP.
Nos quedan varias preguntas aún:
¿Por qué es preciso que estos casos, como el del senador Lis, deban ser presentados a través de un Comité de Víctimas, cuando hay suficientes pruebas en la prensa nacional de que estos hechos ocurrieron en la historia?
¿Quién y a través de qué formalismo jurídico puede conformar un comité de víctimas?
¿Por qué el caso Álvaro Gómez Hurtado y el de Carlos Lis Oliveros, aún no han sido reconocidos como crímenes de lesa humanidad por la justicia colombiana?
¿Por qué el Estado no investigó el caso de Lis en su momento, prohibiendo incluso que se investigara y tuvo que ser el Gobierno de Estados Unidos el que ordenara una investigación?
¿Por qué el Estado y las Farc no han ofrecido reparación a las familias de Gómez Hurtado y de Lis Oliveros?
¿Por qué la ley 1448 no cobijó los casos de desplazamiento y asesinatos considerados magnicidios acaecidos antes de 1985, y deben cursar ahora ante lo contencioso administrativo?
La Fiscalía nunca abrió una investigación criminal sobre el asesinato de Carlos Lis pese a que sus descendientes lo solicitaron. Ver respuesta negativa y negligente de la fiscalía.
Numerosas pruebas de material de prensa de la época se levantaron, las cuales la Fiscalía no consultó.
Ver artículos de prensa de la época.
Ver libro de familia con acta de defunción de Lis y otras pruebas.
Miles de hectáreas fueron expropiadas tras su deceso por el Incora. En investigación se halló el proceso de expropiación de estas tierras, donde el costo de 600.000 pesos una unidad pasó a 19.000. Ver expropiación de las fincas de Lis.
Los bienes que dejaron de producir riqueza tras su asesinato, nunca se cuantificaron ni se devolvió lo que pudieron haber producido en estos 62 años. Esta fue la sucesión presentada por la viuda y los hijos tras su deceso, con los bienes que dejaron de producir riqueza. Ver sucesión.
Igual que con el Palacio de Justicia, igual que con muchos otros hechos, esta es la paz sin verdad y reparación a la que seguimos apostándole. Las Farc y el Estado mismo deben empezar por el comienzo. Aún no es tarde.
@OliverUcros