El mismo día que mataron a Álvaro Gómez Hurtado asesinaron a su papá. Por eso, si hay un día aciago para Carolina Corcho es el 2 de noviembre de 1995. Freddy Hernán Corcho, profesor de la Nacional y diputado a la Asamblea de Antioquia, siempre le habló a su hija como si fuera grande y ese 2 de noviembre a las dos de la tarde la llamó para informarle del asesinato del líder conservador a las afueras la Sergio Arboleda de Bogotá. No pudo ocultar su preocupación cuando le dijo “Dianita este país está descuadernado”. Dos horas después Freddy Corcho también sería asesinado por sicarios en una calle de Medellín, la ciudad que lo recibió a él y a su esposa después de hacerle el quite a la violencia del Bajo Cauca, la zona minera de Antioquia donde habían nacido en familias campesinas.
Los papás de Carolina Corcho eran ingenieros con vocaciones diferentes. Amparo Mejía se convirtió en la primera alcaldesa de Zaragoza, municipio ubicado al nordeste antioqueño, en ser elegida por voto popular. Carolina Corcho veía como su mamá se revelaba contra un Concejo lleno de hombres que no soportaban ver a una mujer alcaldesa con ideas progresistas. Por su parte, Freddy Corcho tenía espíritu de activista, su proyecto más ambicioso era lograr que llevar acueducto a todo Colombia, por eso sus últimos años se dedicó a diseñar teorías para hacer su proyecto una realidad. Si algo tenía claro Freddy Corcho era que quería ver a su hija vestida de doctora y no ingeniera.
Siete años después del asesinato de su papá, Carolina Corcho cumplió la promesa y se inscribió a medicina en la Universidad de Antioquia. Su referente siempre fue Héctor Abad Gómez y contó con la suerte de ser alumna de José Félix Patiño de quien terminó siendo gran amiga y compañera de luchas. Aún después de muerto todavía se refiere a él como su maestro y del que aprendió que el principal recurso de un sistema de salud es el humano. El que más maltratan en Colombia.
En la Universidad de Antioquia Carolina Corcho pasaba los días entre medicina y el Grupo de Investigación sobre Conflictos y Violencia en el que se estrenó como investigadora. Una vez obtuvo su titulo de medicina y decidida a estudiar en otra universidad pública terminó mudándose a Bogotá con su mamá para hacer un posgrado en psiquiatría. Sin buscarlo y siendo sus colegas quienes la postularon a la presidencia de la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR) que representa a los médicos generales, terminó siendo elegida.
En 2009 durante el segundo gobierno de Álvaro Uribe, Carolina Corcho lideró su primer paro cuando el expresidente emitió los Decretos de Emergencia Social. Se unió a otros presidentes gremiales locales y regionales para marchar contra la desprofesionalización de la Medicina que quería interponer Uribe. Este temple fue suficiente para que el entonces alcalde de Bogotá Gustavo Petro le pusiera el ojo en 2014 cuando la llevó a la Secretaría de Salud de Bogotá como directora de Participación Social, subsecretaria de Gestión Territorial en Salud, y delegada a las juntas directivas de tres hospitales. Por eso, Carolina Corcho sonó para ser la ministra de Salud en 2018 en caso hipotético de que Petro le ganará la presidencia al uribismo encarnado en Iván Duque.
La derrota electoral de Petro, no le impidió a Carolina Corcho seguir creciendo y terminó siendo encargada para hacer seguimiento de la sentencia de la Corte Constitucional T-760 de 2008, que define la salud como un derecho fundamental. Como vigilante de este caso, participó coautora de la Ley Estatutaria de Salud, y de la ley de Residencias Médicas. Todo esto la llevó a entrar a la Federación Médica Colombiana como vicepresidenta, y a la vocería en medio de la pandemia. Como tal fue la voz vigilante de la atención al Covid y la vacunación.
Aunque conocida en el campo de la salud y sus líderes gremiales, Carolina Corcho era poco conocida hasta que se decidió hacer oír su voz en contra de la reforma de la salud, el proyecto que avanzaba el entonces ministro Fernando Ruíz en el Congreso en paralelo a la Reforma Tributaria de Alberto Carrasquilla. Sorprendía escuchar a una médica apoyando el paro y justificando las propuestas. Este sería el abrebocas para convertirse en una de las referencias mediáticas en la crisis.
Su nombramiento como ministra de Salud fue de los primeros hechos a conciencia por Gustavo Petro. A un mes de posesionarse Carolina Corcho esta más firme que nunca con la presentación de su reforma a la salud que ha sido criticado pero también respaldada sobre todo por el presidente Petro.
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