Tres días duró la huelga de hambre de Jorge Iván Ospina, quien después de saber que la Fiscalía le imputará cargos en noviembre por una investigación pendiente cuando fue alcalde de Cali, decidió convocar a la protesta y entrar en ayuno para denunciar una persecución en su contra. Sin embargo, Ospina, uno de los favoritos para tomar el timón en la capital del Valle del Cauca, terminó con la huelga después de que el arzobispo de Cali, Monseñor Darío de Jesús Monsalve, lo buscara. La palabra de Monseñor Monsalve entre las esferas de poder tiene peso. Su figura ha sido clave para establecer diálogos con el ELN y liberar secuestrados, y los presidentes lo escuchan cuando él les hace alguna solicitud. Por eso, no le debió tomar mucho esfuerzo para convencer a Ospina de abandonar la huelga de hambre, que terminó sirviéndole electoralmente cuando solo faltan doce días para las votaciones.
El arzobispo que acabó con la huelga de hambre de Jorge I. Ospina
Monseñor Darío Monsalve convenció al candidato a la Alcaldía de Cali de levantar la protesta y que terminó sirviéndole electoralmente