Lo nuevo trae tantas certezas como riesgos. Insinuaciones interesantes de una nueva visión de la sociedad como fascículos de una imaginación que busca estar en la punta de lanza de la moda que, por lo general, lleva a ser un paso fugaz en la carrera sin fin de las innovaciones.
Ícaro Zorbar no es un húngaro, es un colombiano que nació en Bogotá en 1977. Explica que su nombre viene de su madre que creía en la mitología griega. La exhibición de llama Extrañando al fantasma donde realiza instalaciones de video y sonido en dos pisos del museo.
Ícaro Zorbar tienen un recorrido internacional interesante. El plegable de la exhibición explica que es “reconocido por trasformar la poética de equipos técnicos, obsoletos y dañados en piezas artísticas”. Aparatos de sonido, tocadiscos, parlantes enormes y viejos. Con ellos el artista busca otra interpretación de las notas musicales. Se imagina el sonido de una araña que en su ventana construye su red mientras se detiene a observar como las patas del animal se mueven como tomando un instrumento. Y, por eso interpreta una melodía como si fuera un arpa….La obra se llama “ Los intérpretes” son tres videos que en su ficha técnica tiene: marcos de madera, papel mantequilla, cuerda de palma de chambria, miniproyectores parlantes y amplificadores. Y las arañas, que, incansablemente, construyen su telaraña, se encuentran en los videos en tres colores.
Otro de los animales que interpreta en las mantarrayas. Animales marinos que los pone a volar en la pared.
Su tecnología de muchas cuerdas y minipantallas, es la misma intención como soluciona el espacio museológico: todo es totalmente precario. Las escaleras son improvisadas, las paredes de cartón y el techo tiene una especie de cartón con huecos que le sirve para explicar el cosmos desde los espejos de algunas obras. Mucho es prestado y reciclable.
Otro video presenta su gato. Todas las filmaciones tienen la extraña explicación que no sabe para qué las hace. Después, con el tiempo les encuentra explicación. Su gato tiene la peculiaridad de ser domesticado. Y doméstica la interpretación en una pequeña pantalla que representa a un televisor y a la sociedad de consumo. Entonces resuelve quitarle al televisor imaginario todas las características de la sociedad para que sin marca de electrodoméstico, la imagen de su gato en pantalla y sus cables por todos lados, sean lo suficientemente significativos para alejarnos de esta sociedad frenética en donde todo es descartable. La obra se llama “Nuestra mascota” del 2.005.
También existe una sección que se llama Instalación asistida que suena a una sala de emergencias pero es solo la necesidad que una persona ponga a funcionar los aparatos y para ello hay horarios diarios. En el plegable del museo lo explica así: “Instalación asistida es una situación temporal muy frágil en el que alguien sirve de asistente atendiendo a la pieza.”
Una aparatosa instalación se llama “El faro invertido” donde lo minúsculo puede ser enorme y viceversa. Y se trata de una instalación con estructura metálica, guayas de acero, mini proyectores, espejos, tocadiscos, walkman, papel mantequilla, bafles, parlantes, amplificadores, equipos de sonido, radios, televisores, composición sonora a partir de fragmentos de discos rayados y videos en bucle.
Si le interesa, la exposición estará en el MAMBO hasta el 1 de septiembre.