Cuando se llega al poder en un municipio, se llega con un programa y con unos propósitos de sacarlo adelante, de trabajar por el desarrollo de una comunidad, de gestionar para que las falencias del desarrollo sean superadas y se hace con amigos, con gente de confianza, con personas comprometidas con la causa y con los propósitos de quien ganó el poder y logró la alcaldía.
Sin embargo, Argelia es un municipio que sufrió -- con intensidad -- la guerra y uno de los que más víctimas tiene en el país. Después padeció una administración corrupta que se robó el presupuesto. Ante ello, es una tragedia transitar por sus vías principales y la credibilidad de la comunidad en las instituciones está deteriorada, fruto de la ausencia estatal y la ineficacia de los entes de control. Hoy, este municipio antioqueño vive una situación en la que “la cura parece más grave que la enfermedad”.
El actual alcalde, Bairon Martínez, único en el Oriente Antioqueño por el Fajardismo -- el de las “manos limpias” -- llegó después de la tristemente célebre Flor Dey Granada Valencia, alcaldesa que esquilmó el erario en beneficio personal y sumió al municipio en una crisis institucional sin precedentes en el país: doce alcaldes encargados en dos años, incluida ella.
Y este alcalde, que fue concejal en dos oportunidades y líder social muy reconocido, sabía lo que estaba en juego en Argelia: devolverle la credibilidad a la gente y el desarrollo estancado al municipio. Pero no fue así. En solo seis meses de gobierno el NEPOTISMO se tomó todos los rincones de su administración y hoy parece un cáncer que no tiene ninguna cura. Veamos el ÁRBOL GENEALOGÍCO DEL NEPOTISMO”:
Paula López, es la madre de una de las hijas del alcalde y fue uno de los primeros nombramientos en el Hospital San Julián. Su hermano, Jonathan López, fue nombrado como instructor de danza del Municipio. La tía, Diana Patricia Salazar, fue contratada en el Plan Maestro. Esta última es la esposa del Concejal César Quintero "Coto", Carlos Arturo Salazar, quien es tío de Paula. Para terminar con las compañeras afectivas del Alcalde Bairon y madres de sus hijas, no puedo dejar por fuera a Amparo Henao Hincapié, otra expareja afectiva del alcalde a quien contrataron también en el hospital, y su hermana, Luz Estella Henao quien está en la Secretaria de Educación del Municipio, como Jefe de Núcleo.
SIGUE LA HISTORIA:
Elkin Díaz, quien fuera pieza clave en el ajedrez de la corrupción en el cuatrienio pasado -- con Flor Dey a la cabeza -- manejando los deportes del municipio, es ahora, ni más ni menos, quien maneja el tema de víctimas. Damaris Díaz, su hermana, trabaja en Primera Infancia y Marleni Díaz, su otra hermana, también está en la nómina municipal. Hernando Díaz, su hermano, es de Servicios Varios y Fernanda Bermúdez Díaz, sobrina de los anteriores e hija de Damaris, trabaja en la Biblioteca. Pero ahí no termina la fortuna de esta familia: Juan Pablo Echeverri, esposo de Yudy Díaz, es quien maneja la retro del Municipio.
LA JOYA DE LA CORONA:
Dejé la "joya de la corona" para esta última parte porque da cuenta de la dimensión de este cáncer: el alcalde Bairon Martínez, nombró como "Gestora Social" -- cargo ad honorem destinado para la esposa o la madre de un alcalde -- a Diana Gisela Cacante Escobar, y le asignó un salario millonario. Ella es la esposa de Luis Eduardo David Betancourt, a quien nombraron como administrador del Hospital San Julián y a que la Contraloría de Antioquia le encontró en el 2014 múltiples hallazgos fiscales, administrativos y penales, en la muy recordada y tristemente celebre administración de Flor Dey.
Otro histórico de esa administración tan recordada es Mauricio Cacante Escobar, hermano de Diana y cuñado de Luis Eduardo, a quien el alcalde le dio el puesto de Director del Parque Educativo. Y a la esposa de Mauricio, la nombraron como secretaria de Luis Eduardo.
Ahí no terminan los beneficios de esta familia: Marleny Pamplona, hermana de Irma, que es la esposa de Mauricio, hermano de Diana y cuñado de Luis Eduardo, es la proveedora de panadería del municipio.
Y esto es solo los nombres, porque si escribo sobre los salarios que reciben, comparándolos con los de los demás funcionarios, la cosa se pone mucho peor.
¡POBRE PUEBLO!
