Cuando Christian Daes, el COO de la multilatina ventanera Tecnoglass le prometió a Julio Comesaña, técnico del Junior de Barranquilla, una estatua si conseguía la novena estrella para esa escuadra el año pasado, tenía en su cabeza también un elemento que por si solo enviara un potente mensaje al mundo de su lucha personal contra el cambio climático .
Con su equipo de trabajo y los dos arquitectos ganadores del concurso digital, Miguel Ángel Cure y Pablo Castellanos se puso manos a la obra para lograr que la mayor cantidad de elementos que compusieran el monumento fueran amigables con el ambiente y acompañaran al aluminio y el cristal, las dos materias primas insignia de su marca, a esta obra para que además se convirtiera en un paradigma verde en el país .
A pocas semanas de estar concluida la obra los detalles empiezan a aflorar, las cajas donde pondrán las huellas que imprimirán las estrellas con sus pies y sus manos fueron fabricados con escombros recogidos de las calles de Barranquilla, el césped es sintético para evitar el uso de agua, los arboles del entorno se recuperaron y se trataron con altos estándares técnicos, la pintura que se estampó en el monumento no tiene contaminantes y tiene cero emisiones tóxicas y la corona de la ventana se convierte en una estación para medir vientos y precipitaciones que apoyen el tráfico de los barcos del canal navegable del puerto de Barranquilla .
Christian Daes está orgulloso no solamente de su equipo de trabajo sino de lo que la Ventana de Campeones significará desde el punto de vista del aporte a la sostenibilidad que hace la marca Tecnoglass que además tiene una de las operaciones de energía solar más grande de Colombia.
La mayoría de los techos de la planta ubicada en la vía circunvalar de Barranquilla es un inmenso parque de captación de radiación solar con la que la empresa alimenta muchas de sus labores cotidianas de sus seis mil empleados .
La Ventana de Campeones será inaugurada el próximo 2 de abril y a la ceremonia llegarán más de 200 jugadores y exjugadores del equipo Junior de Barranquilla que han hecho de este club uno de los más importantes de Colombia .
“Este será un museo al aire libre, quienes vengan al lugar podrán ver en pantallas estratégicamente ubicadas la historia de cada jugador, el campeonato de cada año donde se coronó campeón y la importancia que para más de cinco millones de personas de este orgullo convertido en equipo de futbol” afirma Daes cuando sentencia que la razón por la que muchos clubes del mundo se han interesado por el monumento es “Porque no hay dos juniors, solo existe uno”.
La Aleta del Tiburón, como le llaman desde ahora muchos barranquilleros a la Ventana de Campeones cierra los seis kilomentros del malecón del rio, una obra que transformó el borde norte de la ciudad y que promete ser el nuevo polo de desarrollo urbano de Barranquilla .
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