Algunos candidatos a las 16 curules de paz se quedaron sin hacer campaña, el dinero que el gobierno de Iván Duque debía desembolsar a las víctimas del conflicto armado para financiar su carrera electoral a la Cámara de Representantes, nunca les llegó. Este fue uno de los puntos consignados en el Acuerdo de Paz de La Habana, el ministerio de Hacienda asignó 7 mil millones de pesos de los cuales $12.500.000 serían destinados a cada uno de los 399 aspirantes a las curules de paz pues en su calidad de víctimas seceyó no tendrían los recursos para hacer una campaña monumental como las del Congreso.
El Consejo Nacional Electoral y la Registraduría puso trabas a la hora de desembolsar el dinero. Así lo vivió Luis Fernando Lara, campesino y líder social, que fue desplazado de su tierra en los Montes de María hace 30 años y se inscribió por la curul de paz de la circunscripción 12 que comprende la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, hasta ahora la más peleada. Desde diciembre, Luis Fernando esperaba este dinero para empezar su campaña, pero le pidieron todo tipo de documentación y abrir una cuenta corporativa, un trámite que de más difícil acceso. Le exigieron su declaración de renta y con el poco dinero que tenía ahorrado no tuvo más opción que contratar los servicios de un contador. Pero no fue suficiente, le dijeron que no cumplía con los requisitos y le exigieron una póliza de garantías, otro gasto adicional.
El pasado 28 de febrero a las 5 de la mañana, se esposó con cadenas en la entrada principal de la Registraduría de Valledupar, a Luis Fernando Lara se esposaron 12 víctimas que, como él, aspiran a esta curul de paz. A las 40 horas de haber iniciado la huelga, el Consejo Nacional Electoral les envió un correo electrónico a los candidatos de las curules de paz dando vía libre para la entrega del dinero, a 4 días de que termine el plazo oficial estipulado para hacer campaña. Con esto, en tiempo record deberán hacer recorridos en la región, volanteo, publicidad, convocar eventos, convocatorias y encuentros con la comunidad. Demasiado tarde teniendo en cuenta que los aspirantes a las curules de paz deberán pagarle al gobierno los $12.500.000 si no alcanzan el umbral mínimo de los 1.700 votos.
No todos los candidatos a la curul de paz del Cesar, La Guajira y Magdalena, han tenido dificultades a la hora de hacer campaña, algunos han contado con la suerte de ejecutar megacampañas que se asemejan a las de un aspirante al Congreso, ya sea por Cámara o Senado. Es el caso de Jorge Rodrigo ‘Yoyo’ Tovar, hijo de Jorge 40, ha tenido la posibilidad de recorrer la región, cuenta con un equipo de seguridad además de tener acceso a la base de datos del Ministerio del Interior pues trabaja en la Unidad de Víctimas Territorial del Cesar-La Guajira. Tovar, que se niega a participar en debates públicos, es íntimo amigo del ministro Daniel Palacios y del director de la Unidad de Víctimas, Víctor Hugo Mosquera, quien también le ha hecho campaña.
Algunas alcaldías municipales del Cesar le piden votos a sus funcionarios para respaldar la candidatura del hijo de Jorge 40. Martín Zuleta, alcalde de La Paz, dio la orden a sus funcionarios y espera que la familia de cada uno también aporte su voto. Lo mismo hizo el alcalde de Dibulla, Marlon Amaya Mejía, que terminó inclusive prestándole el pueblo a Yoyo Tovar para que haga su cierre de campaña en la plaza de Dibulla no sin antes darle su palabra, le conseguirá 2.500 votos en la alcaldía.
William Romero, al igual que Yoyo Tovar, no tuvo necesidad de esperar los $12.500.000 y ha logrado hacer una campaña monumental apoyándose en su amistad con Cielo Gnecco, matriarca del clan más influyente del Cesar y mamá de Luis Alberto Monsalvo actual gobernador del Cesar. En el corregimiento de Mariangola, algunas personas visitaron los comedores comunitarios para pedirle a los adultos mayores de 70 años que el 13 de marzo marquen Alianza Por La Vida por el número 501 a la Cámara, el movimiento de William Romero y también le busquen 5 votos más. De lo contrario podrían tener complicaciones para acceder al Plan de Alimentación. En la gobernación del Cesar, también les pidieron a los funcionarios no olvidarse de marcar la casilla de Alianza Por la Vida número 501.
El candidato Sebastián Ochoa tampoco tuvo impedimentos para ejecutar su campaña, según cuenta, sabía en lo que se metía cuando se inscribió a una curul de paz y estaba preparado desde antes. En Valledupar logró poner vallas con su nombre en avenidas principales sin mencionar las camionetas con su rostro que se merodean por la ciudad. Ochoa que alega ser víctima del conflicto por secuestros perpetrados a sus familiares, dice que la campaña la ha hecho con las uñas y con ayuda de amigos y familiares, además de tener la posibilidad de movilizarse con chofer a bordo gracias al esquema de seguridad que le proporcionó la Unidad Nacional de Protección (UP).
Mientras que Yoyo Tovar, Sebastián Ochoa y William Romero continúan la pelea por la curul de paz de la circunscripción 12, candidatos como Luis Fernando Velasco prefirió abandonar la carrera electoral y no recibir el dinero del Consejo Nacional Electoral. En cuatros días sería hacer una campaña se suponía era de meses y que nunca hubiera podido hacer con sus recursos. El temor de quedarle debiendo más de 12 millones de pesos al gobierno también pesa más.