El Ángel Exterminador

Miguel Ángel Rojas ha trabajado siempre atento al mundo conceptual. En la exposición que presenta en estos días en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo), de nuevo está muy presente su incómoda posición ante una realidad que es indiscutiblemente lógica.

Regreso a la Maloca es el título que compromete la vida de los indígenas. A las fumigaciones de glifosato a las comunidades rurales. A la incomodidad que siente con la indigencia de las comunidades indígenas, al consumo de drogas donde la culpa de la drogadicción está en manos de los hombres que la siembran.

Yari Yaguará, 2021,desplazamiento de los Pijaos a la Amazonia en los sesenta y de allí por las Farc, 2004

El discurso político de esta exposición me recuerda la posición de Canadá ante estos primeros habitantes: les dan reconocimientos en museos porque tienen el honor de ser los primeros pobladores. Acá son indios sin lengua.  Miserables seres sin protección estatal. Abandonados a su propio juicio mientras que son arrasados tal como lo hicieron los primeros colonizadores.

Zona de poder, 2021, inspirada en el piso de La Sala Nacional de las Estatuas del Capitolio de Estados Unidos 

El oro sigue siendo el alma de la codicia humana. La obra El Nuevo Dorado es un trabajo de dos fotografías intervenidas y monumentales que muestran la devastación del Amazonas, los profundos e irreversibles daños al ecosistema que es el pulmón del mundo. Los caucheros, la minería legal e ilegal, la cocaína, los guerrilleros, el ejército y los paramilitares pasan por encima de nuestra sobrevivencia y cada cual ciegos en sus propias guerras sin medir el impacto para la humanidad. En la obra de dos enormes paneles de 18 x 4 metros, las fotografías tienen una base de material de mambe de coca, y sobre la superficie de los paneles, viene el barro. En el fondo, está pintado en pequeños cuadros, la simulación de los uniformes de los distintos ejércitos.

Cuadros de dólar y coca con los famosos que consumieron cocaína

Otra bella instalación -si lo pienso ahora todas las obras son instalaciones – es la obra donde Rojas escribe en cuadritos de dólar y coca los nombres de seres humanos que han consumido la cocaína para llegar a la fama como Sigmund Freud y su paradigma, El Loco; Paris Hilton y la Barbie; León VII y el Señor de los Cielos y Thomas Edison y Tony Tormenta; George V y el Rey.

Miguel Ángel Rojas nació en 1946 en Bogotá afirma que proviene de los Pijaos.   Su padre nació en Guamo, Tolima y su madre en Girardot, Cundinamarca. Para entenderse a sí mismo una frase contundente: “Soy un indio, homosexual de la clase emergente”.

Como dice Stephen Gaygould: “Vivimos inmersos en el paso del tiempo –en una matriz sentenciada por los distintos tribunales: por los inminentes que no parecen cambiar; por la repetición cósmica de los días y las estaciones. Por los sucesos aislados de guerras y desastres naturales. Por la aparente direccionalidad en la vida, desde el nacimiento y el desarrollo hasta la decrepitud, la muerte y la putrefacción”.

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