El peor momento que tuvo Egan Bernal como ciclista empezó con una llamada en la madrugada. El 3 de marzo del 2020, unos días antes de que el mundo se cerrara por culpa de la pandemia, le avisaban que su amigo, su mentor, el hombre que mejor lo conocía, Nicolas Portal, director deportivo del INEOS;moría de un infarto a los 40 años. Durante horas Egan se quedó sin decir una palabra. Y ahora ¿quién iba a cuidar de él? Los dolores que le dejaron caídas tan terribles como la que sufrió en la Vuelta a Catalunya en el 2018 le habían afectado en una pierna que, al parecer, estaba más larga que la otra. Esto le afectó la espalda y lo produjo los dolores que le sacaron del Tour y de su empeño por defender la camiseta amarilla.
Perder el Tour como lo hizo, las críticas de otros campeones europeos afirmando que se había ganado el Tour de carambola, lo dejaron pensando en que lo mejor era abandonar la bicicleta. Incluso, mientras entrenaba con Oscar Sevilla, el de Zipaquirá le dijo que ya no tenía ganas de sufrir sobre una bicicleta. No sabía como iba a recuperar la confianza. Desde el INEOS le dijeron que se relajara, que intentara disfrutar. Y así lo hizo.
Con Mafe Motas y un nuevo equipo que lo adora y que lo respalda siguió, continuó y lo logró. Minutos después de ganar su primera etapa en el Giro lo primero que hizo fue buscar a Motas y así la besó y la amó:
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