El 23 de febrero, la Fiscalía acusó a Ottomar Lascarro de participar en el entramado de corrupción de Centros Poblados y el robo de 70 mil millones de pesos que el ministerio de las TIC desembolsó a la Unión Temporal para llevar internet a niños de zonas rurales en Colombia. Ottico, como le dicen a Ottomar Lascarro, es dueño de la firma OLT Logistics y gran amigo del cuestionado contratista Emilio Tapia quien fue el que lo invitó a que integrarán con su empresa una sociedad con Centros Poblados. Antes de que estallara el escándalo, Lascarro fue el encargado de buscarle una cómoda casa a Tapia en Llanogrande, Antioquia para que se instalara en búsqueda de más contratos.
Aunque Lascarro se declaró inocente por los delitos de peculado por apropiación, falsedad en documento público y fraude procesal, la Fiscalía le otorgó la casa por cárcel para que se defendiera en total libertad al igual que Juan Carlos Cáceres -contratista de Funtics- y Juan José Laverde -representante de Rave Seguros-. Sin embargo, Lascarro se encuentra olímpico por las calles Montería, se va de fiesta y visita restaurantes como si fuera hombre libre cuando su audiencia individual todavía no empieza. Las fotografías como prueba las divulgó el exsenador Bernardo Alejandro Guerra.
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