Roy Barreras dice que ha cambiado sólo una vez de partido. Cuando dejó el Partido de la U para irse con el Pacto Histórico de Gustavo Petro. No se siente camaleón, al contrario es un político fiel con un único jefe: Juan Manuel Santos.
Lo conoció ya hace casi 25 años. Roy tenía 37 años y aún flotaba entre la medicina que practicaba en la clínica Barreras medicina alternativa y la política que lo seducía desde el bachillerato en el colegio La Salle de Bogotá, cuando su hermano Jorge fue secuestrado por las Farc en 1999. Se sintió desamparado; las Farc pedía $ 60 millones que no tenían y fue cuando Roy decidió recurrir a la fundación Buen Gobierno, fundada por Juan Manuel Santos para impulsar la visión de la Tercera Vía para fortalecer la democracia en el continente, inspirada en Tony Blair. Hubo una empatía inmediata. Aunque Santos empieza a realizar gestiones, Jorge Barreras corre con suerte y logra escapar de sus captores. Sin embargo el acercamiento le dio vida a una de las relaciones más fructíferas de la política nacional. Roy Barreras desde entonces se convirtió en un incondicional de Juan Manuel Santos: fue su alfil en la construcción del Partido de la U, igual con el proceso de paz en La Habana y ahroa el protagonista de la avanzada del Santismo hacia las toldas de Gustavo Petro.
Había conocido a Uribe en 1999 como médico en la clínica George Barreras en Cali cuando llegó como paciente después de haber dejado la gobernación de Antioquia, recomendado por el industrial Gustavo Saavedra Barberena. Lo buscó para que lo apoyara a la presidencia en el 2002. No dudo en pararlo frontalmente y decirle “tengo muchas dudas sobre sus relaciones con Pedro Juan Moreno”, en referencia al cuestionado secretario de gobierno de Antioquia, quien estaba implicado en rumores de narcotráfico.
Roy afirma que jamás votó por Uribe y que sólo ha sido una cosa en su vida política: santista
Por ello se reafirma en nunca haber votado por Alvaro Uribe, ni en la primera ni en la segunda elección, pero si apoyó, por solicitud nuevamente de Santos , en la Cámara de Representantes el articulito que le abría la puerta Uribe para su frustrada segunda reelección. . Sin embargo él ahora, doce años y varias pieles después de los hechos, dice que si se hizo uribista fue para apoyar a Santos, quien desde el Ministerio de defensa orquestaba las movidas en la Cámara de representantes.
Fue durante este período legislativo cuando se intentó, en el 2007 realizar unos primeros acercamientos en el gobierno de Uribe con las Farc. Desde entonces apoyaba la salida negociada al conflicto. En el 2007 en su casa en Cali se reunió con Alvaro Leyva, quien junto con el ex Presidente Alfonso López Michelsen, buscaban el intercambio humanitario que habia aceptado Uribe para lograr la liberación de los diputados del Valle. Se logró avanzar incluso hasta la posibilidad de despejar para ese propósito el área rural de los doce municipios de Florida y Pradera. El intento fracasó.
La oportunidad se le dio a Santos, cuando la Corte Constitucional hundió la posibilidad de la tercera reelección de Uribe y se despejó el camino en su aspiración presidencial y suceder a Uribe, tal como sucedió. Santos retomó lo avanzado en materia de paz y desde el primer momento, ya en contravía de su mentor Alvaro Uribe se propuso empezar a tejer el camino hacia una negocación de paz con las Farc. Nombró a Sergio Jaramillo, quien habia sido su viceministro en el Ministerio de defensa, alto comisionado para la paz y comenzaron las conversaciones secretas, mientras desde el congreso, su incondicional Roy Barreras ambientaba el tema.
Firma de la Ley de Tierras con Ban Ki-moon como testigo
Con Alvaro Uribe, como jefe de la bancada del Partido Centro Democrático, en el 2011 se dio una complicada ruptura con Roy Barreras, quien hacia de escudero del presidente Santos para sacar adelante la Ley de Víctimas y restitución de tierras, que pasaba por el reconocimiento de la existencia del conflicto armado en Colombia; un anatema para Uribe. La ley salio adelante y se firmó con Banki moon, secretario general de Naicones Unidas, como testigo de excepción pero el abismo entre Santos y Uribe se volvió infranqueable. Roy, el aliado de Uribe de otros tiempos había entrado a formar parte de los enemigos políticos del ex Presidente. Pero él siguió adelante contando con el respaldo del Presidente, para que más!
Fue mucho el juego burocrático que le dio para que asegurar su propio grupo político: tuvo el control de la ESAP, de la aeronáutica civil, de la EPS pública CAPRECOM y del Ministerio de Comercio, que duró los ocho años de los dos gobiernos Santos, hasta que el uribismo regresó a la Casa de Nariño con Iván Duque. En el Congreso se movía con agenda propia. No dudó en votar en favor de la reelección en el 2012 del ultraderechista y conservador Alejandro Ordoñez y asegurar de paso puesto seguro para su tercera ex esposa, Gloria Arizabaleta.
Con el ex presidente Santos desde la retaguardia, se propuso armar el centro. A través de antiguos funcionarios suyos como Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo y luego Alejandro Gaviria entró a jugar en la Coalición de la esperanza. Sin embargo no puso todos los huevos en la misma canasta. Roy Barreras entró en escena desde la orilla del Pacto histórico. En marzo del 2021, con el mundo aún golpeado por la pandemia, viajó a Florencia Italia a reunirse con Petro. El puente fue Iván Cepeda con quien habia batallado el tema de la paz con las Farc. En una reunión con la Galeria de los Uffizi como telón de fondo, sellaron el pacto político que hoy tiene a Roy Barreras como presidente del senado y al Santismo entronizado en el corazón del gobierno de Gustavo Petro que comienza el próximo 7 de Agosto.
