Desde el sábado 2 de diciembre, cuando desde el Parque de los Deseos se inició el ritual de encender 37 millones de bombillas por toda la ciudad, Medellín se transformó, como lo hace desde 1967, en el símbolo de la navidad en Latinoamérica. Los paisas lo saben y por eso es que familias enteras atestan las calles, los parques y arrancan en familia a disfrutar de una navidad que sólo terminará el 8 de enero cuando las luces empiecen a ser desmontadas.
El epicentro de la fiesta este año fue el Parque de los deseos. Allí se proyectó, sobre la fachada de la Casa de la Música, un video mapping que recorrió el medio siglo de los Alumbrados Navideños en Medellín.
La gente camina desprevenida por la ciudad, la siente suya, la sienten recuperada. De noche, Medellín es un objeto luminoso gigante. En cuarenta puntos de la ciudad se abre la ruta de la luz. El centro de esta ramificación de alegría y colorido están en Carabobo Norte. En el Parque Norte, a las diez de la noche de ese sábado, los niños son los dueños del show, del tiempo, del centro. No hay un solo resquicio de las 16 comunas que no se iluminen con los bombillos. Y Desde ahí las luces recorren los corregimientos contiguos a la ciudad : Altavista, San Antonio de Prado, San Cristóbal, Santa Elena y San Sebastián de Palmitas, con coloridas 50 mil figuras.
A primera vista, desde afuera, se puede imaginar que este despliegue le cuesta una fortuna a la ciudad. Un completo despilfarro de energía. Nada más la manguera luminosa LED tiene una extensión de 1.130 kilómetros, la misma distancia que hay entre Medellín y Quito. Nada más el cerro de Nutibara se transforma en un inmenso ponqué de 16 metros. Las cifras que entrega EPM son sorprendentes: en los 38 días de alumbrados apenas se gasta una hora del consumo anual de la ciudad.
Hace 50 años los alumbrados apenas cubrían una parte ínfima de la ciudad. Las familias salían a verlos pero sólo era una excusa para la fiesta, casi siempre acompañada por los Graduados, la orquesta de la ciudad, o los bailes amenizados por los venezolanos de La Billos y Melódicos. Hoy la fiesta ha cambiado. Ya no se ven los borrachos zigzagueantes por la avenida del Río. La alegría ya no viene acompañada solo de una botella de aguardiente. Ahora, los alumbrados de Medellín, artesanos de todas partes de Antioquia diseñaron las historias de la Navidad para que todos los habitantes de la ciudad se sientan protagonistas de la fiesta más importante del año.
Encendimos los alumbrados de Medellín. 50 años. Están espectacular. Todos invitados a disfrutar en familia. ???????????????????????????????? @epmestamosahi . ???? ???????????????????????????????????????????????????????????????????????? pic.twitter.com/dSt8Cdz6Dl
— Federico Gutiérrez (@FicoGutierrez) December 3, 2017
Los grandes invitados en el 2017 son los tres millones de medellinenses. EPM y la alcaldía se desbordaron en generosidad para hacer del medio siglo una fiesta inolvidable, una fiesta, que como las más hermosas navidades, es para vivirla en familia.
Fotos: EPM