Desde que llegó a la alcaldía, Daniel Quintero pavimentó el camino para materializar la venta del 50% de las acciones de Tigo-Une que están en poder de Empresas Públicas de Medellín (EPM), desde un principio puso sobre la mesa la posibilidad. Sin embargo, la transacción no salió como la planeó y sigue sin poder materializar la compra teniendo en su contra a la mayoría de los 19 concejales de Medellín. El debate se dilata cada día más en el Concejo y además Millicom, la empresa originaria de Luxemburgo que comprara las acciones, no da luz verde todavía.
El debate en el Concejo de Medellín sobre la venta de Tigo-UNE se daría por primera vez el pasado 22 de abril, pero a última hora la sesión se canceló pues los concejales no obtuvieron respuesta de Millicom de las inquietudes que tenían, entre ellas si la empresa estaba dispuesta a renegociar el control de la empresa con EPM, de tal manera que EPM pueda volver a controlar la empresa y no que la controle un privado, que es Millicom. También se cuestionó si existía la posibilidad de ampliar el plazo que tiene EPM para ejercer el derecho de salida de la empresa UNE. Esteban Iriarte, CEO de Millicom, se remitió a responder que el debate debía ser aplazado para estudiar las preguntas del Concejo.
Con la venta de Tigo-Une, Medellín recibiría 2,3 billones y 2,8 billones de pesos que irían dirigidos al proyecto Hidroituango, pero ha sido un camino espinoso para Quintero que a dos años de su propuesta sigue sin ver resultados.
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