Nairo Quintana, hasta hace un año, era uno de los 10 ciclistas que más ganaba en el pelotón internacional. Si bien sus triunfos eran cosas del pasado –La última gran vuelta la ganó en el 2016- su traspaso al Arkea, un equipo francés de segunda categoría, le reportaba un salario de 1.9 millones de dólares. Después del escándalo que le reportó el haber salido positivo por Tramadol en el Tour de Francia, su equipo le canceló el contrato y se armó una campaña de desprestigio en Europa. Ningún equipo de élite quería contar con él. A Nairo no le queda otro camino que aceptar la oferta que le hace el Team Medellín, quien le pagaría poco más de la mitad, cerca de un millón de dólares por correr con ellos. El Team Medellín está dirigido por José Julián Velásquez que ha confirmado el interés por el corredor de Cómbita.
Este equipo tiene el patrocinio de Empresas Públicas de Medellín (EPM) que le permite contar con tecnología de punta, como bicicletas Specialized y componentes Shimano, y también incluye material de las marcas como Garmin, llantas y ruedas de Vittoria, cascos Specialized y ropa de ciclismo Safetti. El presupuesto es tan alto que les sirvió para contratar a Miguel Ángel López, quien fue marginado de su equipo Astana después de estar involucrado en un caso de dopaje internacional conocido como el caso Meynar. Miguel Ángel López ganaba en el equipo Kazajo 1.5 millones de dólares. Su caché quedó reducido a 1 millón de dólares. Por tanto, EPM pagaría 10 mil millones de pesos al año por el contrato de ambos cracks.