El país no sale de su asombro. La Barra brava de Atlético Nacional está amenazando con cascar a los directivos del club que decidan no seguirles alcahueteando los desmanes. Ellos siempre han fungido como si fuera una ONG, al menos así lo quiere presentar su líder Andrés Muñoz, quien siempre ha justificado los desmanes de la barra endulzando la realidad. Lo cierto es que la molestia que se generó en esta barra es porque las directivas del elenco verdolaga han decidido cerrarle para siempre la opción a estos barristas de tener boletas gratis. Ante el juego con el América las directivas decidieron no darles las 500 boletas a las que estaban acostumbrados. La reacción fue boicotear el partido que se iba a realizar en el Atanasio Girardot el esperado clásico contra el América. En cadenas de wasap se les pidió lanzar objetos a la cancha, hostigar a la policía. Incluso en los audios se les pidió a los muchachos que lanzaran bengalas en el próximo partido de Nacional en Copa Libertadores para que les sancionaran la plaza.
Lejos de recibir apoyo por parte de la alcaldía, las directivas del equipo recibieron como un baldado de agua fría los anuncios que dio el secretario de gobierno le echó toda la culpa a las directivas quienes afirmaron que no podrán seguir dando las boletas simple y llanamente porque esas ayudas le representan al equipo 1.000 millones de pesos. Por eso el chorro se ha cortado. El presidente del club está pensando en que el equipo juegue en otro país.
El alcalde de Medellín, quien se ha apoyado más de una vez en Los del Sur, lejos de condenar los actos vandálicos, ha decidido hostigar a los dueños del equipo e incluso está listo a cerrarles la posibilidad de que juegue en el Atanasio Girardot y piensa no prestarles más el estadio.
La cercanía del alcalde se ve latente en esta foto en donde está en la tribuna popular del estadio poco antes de ganar las elecciones como una forma de apoyar al club.
Este fue el trino del alcalde en donde amenaza a los Ardila Lulle