Días antes de que el presidente Gustavo Petro anunciara su designación como nuevo ministro de Salud, el médico y dirigente tolimense Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez debió soportar una fuerte agresión verbal de parte del alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado.
Esta despachada contra Hurtado hace parte de una vieja disputa en el Tolima donde ha ejercido poder el clan político del Líbano, liderado por Gladys Barrera, la mamá del Alcalde, cercana al Partido de la U.
Antes de llegar a la Alcaldía de Ibagué, Hurtado ocupó varios cargos públicos en el Departamento y en seis oportunidades fue Gobernador encargado del Tolima durante la administración de Óscar Barreto Quiroga.
El nuevo ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, cogió su propio camino hacia un liberalismo más radical y así llegó a ser Gobernador y diputado del Tolima y Alcalde de Ibagué.
Desde una tarima montada en el parque Andrés López de Galarza, recién remodelado, Hurtado llamó a Jaramillo “corrupto y mediocre” y sin abandonar su tono desafiante dijo también que no le tenía miedo y que se iba a encargar de recordárselo toda la vida.
Ante un auditorio desconcertado, cuyo silencio fue interrumpido por algunos pocos aplausos de colaboradores del mandatario, Hurtado llamó también al hoy ministro designado “comunista de primera línea, investigado dos veces por Farc-política”.
¿Por qué tanta agresividad? Jaramillo, también exalcalde de la ciudad, fue el promotor de un fallido proceso de revocatoria contra Hurtado en el que fue invocada como causal el incumplimiento de su programa.
Por ataques similares contra concejales y contra una dirigente gremial la Procuraduría tiene llamado a juicio disciplinario al alcalde de Cartagena William Jorge Daw Chamat.
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