Nos reciben en la planta con tintico y agua, e igual que en Chingaza nosotros andamos con la botella en la mano, parece que todavía no hemos aprendido nada. Fernando nos hace una introducción de lo que veremos en la planta. Pero primero queremos conocerlo un poco y nos cuenta que es Ingeniero electromecánico, bueno, en realidad estudió Diseño y construcción de aparatos eléctricos en la Unión Soviética de 1976. Él es Jefe de División del Sistema Norte de abastecimiento, y el encargado de la captación, almacenamiento, potabilización y entrega del agua a Bogotá para consumo humano.
Dicho así, parece que dependemos de él y su equipo de trabajo, en todos los sentidos: saciar la sed, lavar la ropa, cocinar, ducharnos, etc. No estamos tan equivocados. La responsabilidad que tienen las 45 personas que trabajan allí (80 en todo el sistema), las 24 horas del día y los 365 días del año, es enorme. Y así nos lo dice el ingeniero: “La planta no para nunca, siempre está produciendo agüita, hasta el 31 de diciembre y el 1 de enero. De hecho, el 1 de enero, el 25 de diciembre y la Semana Santa son las fechas en que menos agua se consume en Bogotá”.
Los bogotanos, actualmente, consumimos 15.2 metros cúbicos por segundo, en un día un millón 250 mil metros cúbicos. Pero además de la que utilizamos de manera directa, casi todo lo que consumimos necesita agua para ser elaborado: está ahí aunque no sea visible. Veamos cuánta agua se requiere para producir alimentos que comemos con frecuencia:
5000 litros de agua, para un (1) kilo de queso
200 litros de agua, para un (1) huevo de gallina
2400 litros de agua, para una (1) hamburguesa
75 litros de agua, para un (1) vaso de cerveza de 250 ml.
3400 litros de agua, para un (1) kilo de arroz
15500 litros de agua, para un (1) kilo de carne magra
3900 litros de agua, para un (1) kilo de carne de pollo