Una pelea entre pañuelos verdes y azules se ha desarrollado hoy a las afueras del Palacio de Justicia, donde se encuentra la sede de la Corte Constitucional en la que se está dando el debate para la despenalización del aborto. Con cantos a favor de la vida, los llamados provida se arrodillan y empiezan a rezar frente a los grupos de mujeres que bailan y mientras ondean pañuelos verdes, gritan “Yo no soy delincuente, no soy criminal. Eliminen el delito del Código Penal”. Oraciones versus arengas, esa es la escena que se ha desarrollado hoy en el centro de Bogotá.
Y es que es una semana decisiva: desde hoy los nueve magistrados estudian las dos propuestas de los magistrados Antonio José Lizarazo y Alberto Rojas Ríos, quienes proponen eliminar el aborto del Código Penal por considerarlo inconstitucional y contrario a los derechos a la salud, a la igualdad y a la libertad de conciencia. El tiempo se agota y a más tardar mañana 19 de noviembre, el alto tribunal debe tomar una decisión.
Este es el panorama:
En Colombia, desde 2006, es legal abortar siempre y cuando la paciente entre en las tres causales: cuando exista malformación del feto que lo haga incompatible con la vida extrauterina, cuando el embarazo sea producto de violencia sexual y cuando el embarazo ponga en riesgo la salud, tanto física como mental, de la persona gestante. El problema principal es que existen muchas personas que quieren interpretar las causales en su opinión personal, como desearían que fuera. El saldo: anualmente mueren unas 70 mujeres por complicaciones derivadas de la práctica de abortos en clínicas de garajes en el país. El debate está en su momento más álgido y Colombia espera una decisión.
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