Álvaro Uribe volando con un chaleco gritando “le voy a dar en la cara marica” es agobiante. Así comienza Mi Puto Juego, lo último que lanzó Daniel Samper. Es un juego para celular, y el primer mundo se llama El Ubérrimo.
Desde que se lanzó como youtuber, Daniel Samper rompió con esquemas. Su último logro, el juego con el que se desquita de Álvaro Uribe por haberlo llamado violador de niños. La justicia le dio la razón al periodista, y el expresidente tuvo que retractarse por segunda vez en un mes.
Según el juego, ese es el poder de Uribe: cada vez que aparece en pantalla -solo o con Iván Duque- aparecen letreros que dicen “calumnias”. En el primer mundo, el del Uberrimo, termina con un enfrentamiento contra la Loca de las Naranjas, aquel personaje que se hizo famoso en la campaña de 2014 como estrategia publicitaria del Centro Democrático.
El segundo mundo se llama Congreso, y en él el muñequito de Daniel Samper se tiene que enfrentar a Uribe y también a Petro, y el monstruo final es un Alejandro Ordóñez disfrazado de Ku Kux Klan que lanza bombas ardientes. Todo este mundo tiene como pequeños enemigos a ratas y enanitos durmiendo, en alusión al segundo senador que más ha durado en el Congreso: Roberto Gerlein.
El tercer mundo es en el Palacio de Nariño. El que persigue es Germán Vargas Lleras, y al final hay que derrotar a Juan Manuel Santos. Para llegar hasta allá hay que pasar charcos y charcos de mermelada.
Nunca he podido jugar algo más de dos horas. He descargado más de 30 juegos del celular en un año, y todos los he borrado al instante. Juegos tipo Age of Empires, juegos de motos, hasta los Sims. Todo.
Pero el juego de Daniel Samper tiene un secreto: sus personajes los vemos todos los días en las noticias, en nuestras redes sociales. Tiene diez mil descargas, pero sorprende la calificación: 4.9 sobre 5 de los usuarios. El juego corre con normalidad, no ralentiza el teléfono y los gráficos son impecables.
El juego lo encargó Daniel Samper, pero lo hizo Somnia Studios, una empresa joven que se especializa en juegos de mundos con gráficos similares a los de Mi Puto Juego.
El juego, adictivo, se convirtió en tendencia en redes sociales. En Twitter se compartían imágenes y comentarios sobre qué era lo mejor, qué lo más difícil, pero al final la mayoría de críticas fueron del primer mundo: El Ubérrimo, lo estresante de Uribe persiguiendo y la Loca de las naranjas gritando a toda hora.
