Muchas mujeres colombianas queridas por sus trayectorias e historias de vidas han revelado sus desgarradores testimonios para evitar que futuras generaciones pasen por traumáticas experiencias de abuso sexual. En 2019, Margarita Rosa de Francisco confesó que cuando tenía 8 años, mientras estaba en una piscina junto a su hermano, el conductor de la familia que en ese momento tenía 25 años la invitó para enseñarla a conducir el carro familiar.
Margarita Rosa de Francisco tuvo la valentía de contarle al mundo uno de los peores momentos que vivió en carne propia, todo para que ninguna niña lo padezca de nuevo. El hombre la hizo vestir y la montó en el carro, la llevó a una carretera destapa cerca al Aeropuerto de Cali. No pasó mucho para que la invadiera el miedo, el pánico se apoderó de su ser y supo a pesar de su inocencia de que algo no estaba bien. "Empiezo a sentir el pene de él, pero tengo la confusión entonces de que me había sentado encima de la palanca de cambios, y yo estoy cogiendo el timón con las manos. Tengo al hombre detrás con una respiración horrible". Margarita Rosa culminó su relato con una increíble reflexión, el violador no es un individuo, sino un sistema de abandonos y de duelos desiguales encadenados unos a otros.
Este es el video de su confesión:
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