En un día en el que colombianos y argentinos protagonizaron desmanes a las afueras del estadio Hard Rock de Miami y en el que la Selección Colombia se quemó en la puerta del horno en su cruzada por ser campeón de América por segunda vez en su historia, de lo que más se terminó hablando no fue ninguno de estos dos temas, sino de un hecho vergonzoso protagonizado por el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol Ramón Jesurún.
Un malentendido con el personal del estadio que no lo dejó bajar a la cancha para estar presente en la ceremonia de premiación, esto a pesar de que contaba con una escarapela que se lo permitía, terminó en un fuerte altercado en el que también se vio involucrado su hijo, Ramón Jamil Jesurún. Finalmente, el barranquillero no pudo ver cómo a James, Davinson, Lerma y a los demás jugadores de la Selección les colocaban sus medallas de plata y, por el contrario, terminó vestido de naranja compareciendo ante la justicia estadounidense.
Al expresidente de la Dimayor y del Junior se le acusaba de tres cargos de agresión corporal, pero finalmente solo fue procesado por dos. Allí le tocó enfrentarse a una jueza como Mindy Glazer, quien es conocida por ser implacable y porque no le tiembla el pulso a la hora de enviar a prisión a cualquiera, incluso a excompañeros de colegio. Sin embargo, Jesurún contó con una defensa que le permitió salir lo mejor librado posible del asunto.
A la cabeza de esta estuvo el abogado gringo Michael Robert Band, un penalista que ha hecho toda su carrera en el Estado de Florida, donde cursó sus estudios que lo llevaron a convertirse en Doctor en Derecho. Él es conocido por ser protagonista en casos mediáticos y en varias ocasiones ha obtenido la distinción de ‘Super Lawyers’, la cual se les otorga a los mejores abogados en ejercicio de Estados Unidos.
De la mano de Band, Jesurún logró quedar libre después de pagar una fianza de 2 mil dólares, mil por cada cargo por el que fue procesado. Además, consiguió un beneficio aún más importante, especialmente teniendo en cuenta su rol de dirigente deportivo y es el de poder seguir viajando hacia Estados Unidos con un permiso especial. No obstante, va a tener que estar presente, ya sea de forma presencial o virtual, en futuras audiencias a las que será citado.
