En la Plenaria del Senado se encuentra realmente la grilla de partida de este período legislativo –ampliado en un mes por cuenta de una reforma constitucional- en donde los diferentes competidores (bancadas y congresistas), están impacientes en que se baje la bandera para iniciar la carrera de la Reforma Pensional, que definitivamente se convierte en el Gran Premio de la Fórmula 1 de Mónaco, en donde se anticipa el ambiente y la viabilidad de la agenda gubernamental en el Congreso.
El ambiente no puede estar menos enrarecido con el “aguinaldo navideño” del Presidente Gustavo Petro a los legisladores, en el sentido de sugerir –sin ninguna prueba y fuera de toda lógica- que la legalización del consumo del cannabis no se aprobó en la Plenaria del Senado, por supuestos sobornos del microtráfico a los mismos; que se une a la actitud casi déspota y soberbia del ahora suspendido Canciller Álvaro Leyva en la Comisión Segunda del Senado –incluso advertido por congresistas del Pacto Histórico- al desconocer los argumentos de un debate de control político sobre los “famosos” pasaportes, y como si fuera poco el retiro a última hora de su ministra del Deporte Astrid Rodríguez, para evitar una fulminante y desgastante Moción de Censura, por la dolorosa perdida de la sede en Colombia de los Juegos Panamericanos.
El proyecto de reforma pensional, que solo ha sido aprobado en Comisión VII de Senado, restándole tres debates –uno en Senado y dos en Cámara- fue aplazado para esta semana por el Presidente del Senado Iván Name, en un intento de encontrar consensos entre la ponencia mayoritaria y la alternativa –incluso con dos negativas- pero hasta el viernes no se habría conocido ningún acuerdo, y el proyecto inicia este martes con la lenta pero necesaria discusión de cada una de las ponencias, en donde la primera apuesta del Gobierno Nacional será la de aprobar el informe de ponencia mayoritaria –con 94 artículos- sin descartar que a última hora se logre armonizar con la alternativa de la Senadora Norma Hurtado.
La ponencia de la legisladora establece que el régimen de Prima Media -Colpensiones- debe ser hasta 1,5 salarios mínimos, y no los tres que fija el proyecto de ley gubernamental, lo que significa que los que devenguen desde dos salarios mínimos en adelante, tengan la libertad de ahorrar o cotizar en un fondo privado de pensiones; pero en lo que si coincide Hurtado con la ponencia mayoritaria, es seguramente en lo más importante y trascendental de la reforma, que consiste en los cuatro pilares del Sistema: Solidario, semicontributivo y contributivo, en donde se destaca el primero porque fija una renta básica para adultos mayores en “condición de pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad”.
El Pilar Semicontributivo es novedoso porque fija un “Beneficio Económico” para hombres (65 años) y mujeres (62 años), que no alcancen a cumplir con todos los requisitos para acceder a una pensión; mientras que el Pilar Contributivo incluye a funcionarios públicos, más trabajadores independientes y dependientes, como también a personas con capacidad de cotizar, con el fin de “acceder a una pensión integral de vejez, invalidez o sobrevivientes en el sistema y demás prestaciones” establecidas en esta Reforma.
La iniciativa incluiría una sentencia de la Corte Constitucional, en donde se reduce de manera gradual las semanas de cotización de la mujer -de 1300 a 1000- en donde la pregunta es si esta medida en realidad hace más equitativo el Sistema, y si fiscalmente al año 2037 -como fija la Sentencia- se podría asumir esta prerrogativa pensional para la mujer, sin dejar de mencionar la válida inquietud de por qué no se evalúa la disminución de la edad o las semanas cotizadas para el hombre (actualmente 62 años y 1300 semanas).
Es loable que el Presidente Petro se sostenga en no aumentar la edad de pensión ni las semanas de cotización -como de manera repetitiva y casi enfermiza pide el flamante director de Asofondos Santiago Montenegro- y que en la Reforma no se incluyan a las mujeres y hombres que hayan cotizado respectivamente a partir de la 750 y 900 semanas cotizadas –lo que se conoce como Régimen de Transición- pero desconociendo una inconformidad válida de quienes cotizan más de cuatro salarios mínimos, en el sentido de que deben entrar a "cofinanciar" la ampliación de la cobertura "social" pensional, como el enfoque de género y la condición de discapacidad, cuando ésta debería estar sujeta -argumentan- al crecimiento económico del país.
Coletilla: Entre las proposiciones del Senador José Vicente Carreño –esta semana en la discusión de la Reforma Pensional- se destaca aquella en donde las personas en situación de discapacidad, podrán adquirir la condición de “prepensionado” –estabilidad laboral- cuando les falte entre 3 y 5 años para reunir los requisitos de la pensión, como también otra proposición para que a esta población se les pueda disminuir la edad y las semanas cotizadas para su jubilación.
*** Asesor Legislativo - Escritor.
