Una nueva movilización social se efectuará el próximo domingo 29 de octubre. En esta oportunidad será de carácter electoral, en las elecciones territoriales de gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles.
Como en toda lucha política electoral están en juego opciones de todo tipo.
La mayor opción está íntimamente ligada a quién interpreta o propone el mejor plan de gobierno a su nivel y sus correspondientes aliados en el espacio de la corporación respectiva, en desarrollo de los reclamos y demandas de la población.
Allí está todo el liderazgo y cacicazgo buscando como mantenerse o acrecentar su influencia. En esta febril actividad se apropian mayores recursos que en las del Congreso, con lo cual las prácticas politiqueras y clientelares se ponen al orden del día.
Pero en esta oportunidad, los partidos de la extrema derecha han lanzado toda una campaña mediática encaminada en convertirlas en un plebiscito frente al gobierno nacional del cambio, del presidente Gustavo Petro y, señalando de antemano, que serán absolutamente desfavorables a Petro, empiezan a tejer conspiraciones a corto plazo, señalando la necesidad de no aprobarle las reformas sociales del cambio, o de encontrar algún mecanismo para derrocarlo o, a largo plazo, en iniciar desde ya, el relevo presidencial en el 2026.
Esto lo intuyen por la gran capacidad, especialmente de carácter financiero, para imponerse en las territoriales. Sin embargo estaría por verse.
Primero, porque en términos de encuesta, donde la extrema derecha y en consonancia con el buen resultado que según ellos tendrán los otros partidos del establecimiento neoliberal, confirmarían mayorías territoriales.
Y este tema, el de las encuestas, hoy ha quedado fuertemente cuestionado, por el resultado en Argentina, donde todo el establecimiento derechista y neoliberal, daba por descontado el triunfo de su candidato el ultraderechista Milei, que salió derrotado por Massa, el candidato del oficialismo peronista. Gran fracaso de las encuestas y de quienes las patrocinaron.
Una situación similar ocurrió en las territoriales pasadas, cuando, contra todas las encuestas, Daniel Quintero, derrotó al candidato Ramos del uribismo en Medellín.
De esa manera, no debemos creer en las encuestas.
No debemos creer en las encuestas, como en Bogotá
Por ejemplo en Bogotá, las encuestas han prefabricado un ganador en el nombre de Carlos Fernando Galán, aduciendo además de que es un candidato independiente.
Primero no es independiente. Tiene la impronta de los dos últimos alcaldes de Bogotá. Enrique Peñalosa y Claudia López. Y cada vez más, sectores de los partidos oligárquicos lo vienen respaldando, con lo cual la gente intuye que están configurando un engaño. Y segundo, han hipervalorado su respaldo, incluso definiendo, por las encuestas, que ganaría en primera vuelta al sacar más del 40 % y ganarle al segundo, Gustavo Bolívar, por más de 10 puntos.
Y pensando entonces en las manipulaciones de encuestadores y medios de comunicación, nos va quedando claro, que debemos llamar a todos aquellos que desde el estallido social, buscan el cambio en la conducción de los asuntos públicos, a que no dudemos en salir a votar por el cambio, que estaría representado en las candidaturas y listas que estén respaldando al gobierno de Gustavo Petro y las reformas sociales del cambio.
Si nos atenemos a las movilizaciones realizadas el 27 de septiembre en respaldo al gobierno, que fue multitudinaria y la de la oposición uribista del 18 de octubre, que fue desmirriada, podríamos señalar que ello también tendrá incidencia en el resultado electoral. Y sería favorable al cambio.
Así, una combinación de ánimo desde la movilización social y una expectativa favorable a lo que representan de cambio las reformas sociales, terminen por derrotar múltiples encuestas y augurios catastróficos de la extrema derecha.
Sin dejar de señalar las particulares situaciones que se definen en estas territoriales, que son distintas a las del Congreso, debemos también tener en consideración el asunto nacional del gobierno del cambio y por tal no dudar en acompañar con nuestro voto las candidaturas y listas del cambio.
Posdata: en Bogotá marquemos tres veces Pacto Histórico. Uno por Gustavo Bolívar a la alcaldía, dos por la lista cerrada al Concejo y tres por la lista cerrada de las JAL en cada localidad.
X: fabioariascut