Se cumplen varios días de una fecha que aún estoy convencido, fue histórica no solo para Venezuela sino para toda América Latina. Pese a que el CNE venezolano declaró entre gallos y media noche de aquel 29 de julio que el ganador de la elección presidencial era Nicolás Maduro, ese “resultado” fue ventilado por Elvis Amoroso sin pruebas.
Por su parte, la oposición democrática esta vez con pruebas en mano que no han podido ser refutadas probatoriamente por nadie, demostró que el vencedor de los comicios en realidad era Edmundo González; esos documentos invaluables revelados por la oposición venezolana son las actas que imprimen las máquinas de votación y que son transmitidas a la sala de totalización del CNE en Caracas después de finalizada la jornada electoral.
- ¿Cómo la oposición venezolana logró acceder a las actas?
Lo primero que hay que decir es que esas actas también están en manos de la autoridad electoral del hermano país, sin embargo, no han sido divulgadas por ellos pues, el régimen sabe que perdió abrumadoramente las elecciones por lo que, divulgó un resultado que es matemáticamente imposible tal y como lo denuncia Héctor Abad Faciolince en su columna dominical en el diario El Espectador[1]. Ante tan espantoso atropello, la oposición señaló que tenía en su poder copia de dichas actas a las que tuvo acceso gracias a un “ejército” de testigos electorales casi comparable con el que formó la coalición de Pacto Histórico en Colombia durante las elecciones legislativas y presidenciales de 2022 y que en últimas tuvo el mismo papel, es decir, el de fungir como “guardianes del voto”.
Esas copias de las actas hoy están expuestas al mundo en una página web (https://resultadosconvzla.com/mesa/231/220) robusta en donde se encuentran los resultados discriminados a todos los niveles. Dichos resultados han sido revisados por varias autoridades en materia electoral como el Centro Carter y la Misión de Observación Electoral de Colombia.
El Centro Carter fue expulsado de Venezuela porque señaló que no existían elementos creíbles que condujeran a pensar que el CNE hubiese sido objeto de ataques cibernéticos, como lo alego Maduro.
La MOE indicó en su informe[2] que existía coincidencia de información entre la base de datos[3] y las actas cargadas en la plataforma web, además; que los códigos QR que están al final de cada acta generaban una línea de registro en archivo plano separado por comas, y que, al hacer la verificación con la codificación en base de datos, esta corresponde a la información de las actas, lo que podría dar indicios de la integridad del documento publicado.
El fraude entonces es claro y la salida por la que ha optado Maduro es la represión, de sus opositores, tal y como lo ha denunciado el Foro Penal Venezolano, quien denuncia que 1305 personas han sido arrestadas ilegalmente. Allí no se salva nadie, pues han sido privados de su libertad indígenas y adolescentes. Caracas es el lugar en donde más presos políticos se cuentan desde el 28 de julio hasta hoy y ello es coincídete con las múltiples y monumentales jornadas de protestas convocadas por la máxima líder del bloque opositor, Marina Corina Machado.
- La posición de la comunidad internacional
El mundo ha reaccionado de tres formas diferentes: un primer bloque de países como Cuba, Nicaragua, Rusia, China e Irán han reconocido los resultados divulgados por el CNE; el segundo bloque ha denunciado un fraude electoral perpetrado por Maduro y ha opado por reconocer a Edmundo González como el presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela, entre estos países se cuenta a Ecuador, Perú, Argentina, El Salvador, Perú y otros; el tercer bloque está encabezado por Estados Unidos, la Unión Europea, Colombia, Brasil y México, quienes han pedido un reconteo general de las actas por una auditoría independiente.
En particular Colombia, Brasil y México han abogado por una negociación directa entre el régimen bolivariano y la oposición con el fin de lograr no solo que se conozcan los resultados reales de la jornada electoral del 28 de julio, sino también por garantías para el sector derrotado, sin embargo, el autoproclamado gobernante de Venezuela ha señalado que no tiene nada que negociar razón por la que esta salida cada vez se cierra más.
- El futuro de Venezuela
Sería irresponsable hacer pronósticos sobre lo que sucederá en Venezuela empero en los ojos de mis amigos venezolanos forzados a migrar para escapar de la pobreza que generó la llamada revolución bolivariana veo esperanza, pues, como nunca antes me decían ¡está aclarando la mañana en Venezuela!
Me atrevo a decir que el futuro de Venezuela está en las manos en primer lugar del pueblo venezolano quien ya hizo una parte con su voto, pero muy a mi pesar resta lo más difícil, por eso ánimo; y, en segundo lugar, estamos los latinoamericanos quienes debemos ver en Venezuela un espejo de lo que los caudillismos pueden generar y no dejar solos a nuestros hermanos venezolanos, se preguntaran ¿cómo hacerlo? La receta mágica no la tengo, pero quizá contribuya el elegir bien a nuestros gobernantes, no permitir que encantadores de serpientes logren el poder en democracia para desaparecerla, como lamentablemente está sucediendo en El Salvador y en Nicaragua.
Este tema no es de izquierdas o derechas, pese a que simpatizo más con la primera, debo confesarlo. Este es un tema de defensa de la democracia, como bien lo ha señalado el presidente de Chile, Gabriel Boric.
[1] https://www.dejusticia.org/column/las-matematicas-del-fraude-en-venezuela/?fbclid=IwY2xjawEl4f9leHRuA2FlbQIxMQABHYEw2Y66HrguiGArQeQnSJrHo72KIbLwrpsHwQbi
[2] https://www.moe.org.co/wp-content/uploads/2024/08/20240802-Pasos-y-hallazgos-resultados-Venezuela-2024.-Vff.pdf
[3] A partir del script1 que Andrés Snitcofsky, Javier Smaldone y Niv Sardi pusieron a disposición del público , se logró descargar la información de 21.952 actas en una base de datos procesable. A la base de datos se le incorporó información general de censo electoral, obtenida por medio de organizaciones aliadas de la MOE sobre las cuales se permitió la ubicación de datos del censo electoral disgregado a nivel de mesa y centro de votación
