A veces no pueden ni ayudarse a sí mismos y el verdadero rostro del sionismo emerge para que todos podamos observarlo.
“Israel va a honrar al Ejército Rojo Bolchevique”, este es el titular del Jerusalén Post. El Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, que anunció que Israel erigió un monumento al Ejército Rojo. Desde 1917 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Rojo asesinó, torturó y maltrató a más seres humanos que cualquier otro ejército a lo largo de toda la historia. Como parte de un plan de limpieza étnica, 7 millones de alemanes y millones de europeos del este fueron asesinados; ellos mismos violaron al menos a 2 millones de mujeres alemanas y millones más de mujeres y niñas en Europa del Este. Israel entonces honra al mismo “glorioso” Ejército Rojo (El Ejército Rojo obligo a la hambruna de 7 millones de muertos en el Holodomor Ucraniano) que envió a millones de Cristianos al infierno de los Gulags, el mismo Ejército Rojo que esclavizo a Europa del Este durante casi medio siglo.
Cuando se habla del Ejército Rojo no se refiere al pueblo ruso, al cual se admira. El pueblo ruso también fue víctima del Ejército Rojo, al igual que el resto de Europa quizás incluso peor. Uno de los grandes disidentes rusos Aleksandr Solzhenitsy, galardonado con un Premio Nobel en el cual, dijo: “los bolcheviques estaban dirigidos por los no rusos, que realmente odiaban al pueblo ruso”. Por supuesto, es fácil adivinar por qué Israel honra al Ejército Rojo, pues este fue creado aproximadamente por el mismo porcentaje de judíos que gobiernan hoy a Israel. Su fundador fue León Trotsky, parece ruso, pero su nombre real era Lev Bronstein. Él fue quien supervisó el asesinato de millones de cristianos rusos. Las revistas judías actualmente se jactan de las ascendencias judía de Lenin y sucede lo mismo para los máximos dirigentes bolcheviques: Lenin, Trotsky, Zinoviev, Kamenev, Sverdlov; todos ellos, incluido Lenin, hablaban Yiddish.
Solzhenitsin, en su libro “Archipiélago Gulag”, retrata a los máximos responsables de la mayor máquina de asesinar de nuestra historia ellos fueron Aron Solts, Yakov Rappoport, Lazar Kogan, Matvei Berman, Genrikh Yagoda y Naftaly Frenkel. Ninguno de ellos era étnicamente ruso. Todos eran judíos. Este es quizás la persona más malvada que jamás haya existido, su nombre es Ilya Ehrenburg, sus palabras incitando al genocidio fueron impresas en millones de panfletos para el Ejército Rojo: “Si tu frente está tranquila y no hay combate, entonces mata a un alemán si ya has matado a uno, entonces mata a otro, para nosotros, no existe nada más emocionante que una pila de cadáveres alemanes” y hay más “¡Matad, matad! En la raza alemana no existe nada más que el mal, todos los vivos y los que aún no han nacido, son malvados. Utilizad la violencia y romped el orgullo racial de las mujeres alemanas, tomadlas como vuestro legitimo botín ¡matad!, a medida que vuestra tormenta avance, Matad, valientes soldados del Ejército Rojo”.
La mayoría de cristianos europeos que apoyaban a los alemanes, sufrieron el mismo trato, Este es un extracto del DailyMail (http://www.dailymail.co.uk/news/article-1080493/Stalins-army-rapists-The-brutal-war-crime-Russia-Germany-tried-ignore.html): “Al igual que se estima que hubo 2 millones de violaciones en Alemania, hubo entre 70000 y 100000 en Viena, entre 50000 y 200000 en Hungría y miles en Rumania y Bulgaria países que habían sido pro-nazis, sin embargo, también hubo violaciones en Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia, que no lo habían sido”. Igualmente el Ejército Rojo, también violo a mujeres rusas que habían sido liberadas de los campos de concentración. A continuación, se recogen las palabras de un joven oficial ruso testigo de lo que le sucedió a una columna de refugiados de 100 mujeres y niños alemanes: “Las mujeres, las madres y sus hijos, se encontraban a la derecha e izquierda del camino, y en frete de cada una de ellas, había un grupo estridente de soldados con los pantalones bajados, las mujeres que sangraban o perdían el conocimiento, eran empujadas a un lado y nuestros hombres disparaban sobre aquellas que intentaban salvar a sus hijos”.
El artículo continúa describiendo cómo las violaciones estaban acompañadas de torturas, mutilaciones y como frecuentemente, terminaban dejando desangrarse a la víctima hasta la muerte. No hubo juicio de guerra para Ilya Ehrenburg, de hecho, las organizaciones judías le alabaron, así como los principales periódicos americanos. También se aprecian en el odio y la tortura que se muestran en películas como “bastardos sin gloria” que representan una actualización de Ehrenburg. De hecho, desde los primero días del Ejército Rojo, los asesinos bolcheviques fueron ayudados entusiásticamente por la comunidad judía de todo el mundo (entre ellos los banqueros internacionales Jacob Schiff con 17 millones de dólares y Goldman Sachs), la Sistema de la Reserva Federal y la Corona Británica, como ven, apoyar al Ejército Rojo no es nada nuevo para los sionistas.
Este genocida maniático, responsable de la violación y asesinato de millones de inocentes (El asesino en masa Ehrenburg, honrado por organizaciones judías) también es honrado en el museo del Holocausto en Israel. El Canadian Jewish News, (http://www.ihr.org/jhr/v08/v08p507_weber.html) informó que este líder comunista mostraba una gran lealtad a Israel y al pueblo judío, y que de forma secreta había donado toda su documentación privada, no a Rusia, sino a Israel: “… la reciente revelación de que Ehrenburg, se dispone a transferir sus archivos privados a la biblioteca de Yad Vashem de Jerusalen, cuando todavía se encuentra vivo, resulta una revelación sorprendente”.
El espíritu de Ehrenburg sigue vivo en películas como “Bastardos sin gloria” que promueven la tortura, el sadismo y los asesinatos a sangre fría contra los enemigos de los judíos, también está vivo en la Academia de Cine, que alaba a la enfermiza “Bastardos sin gloria”; Abraham H. Foxman tuvo una idea (http://www.huffingtonpost.com/abraham-h-foxman/inglourious-basterds-shou_b_466753.html) dijo que la película debería recibir uno de los galardones de la academia dijo: “Empleando drama, comedia y romance… la película es entretenida y mueve a la reflexión, espero que millones de espectadores comprendan los horrores del Holocausto y se hagan eco de mi punto de vista (si fuera cierto)”.
Dios sabe que es cierto, sucedió, no solo contra los soldados, sino también contra millones de inocentes hombres, mujeres y niños a lo largo de Europa del este y Rusia, y sucede justamente ahora, con el pueblo Palestino. Ellos son las últimas víctimas del antiguo odio. Los medios de comunicación judíos presentan a los palestinos como a los malvados “terroristas”. Son los sionistas quienes les han aterrorizado, expulsándolos de sus casas, bombardeándoles y quemándoles por decenas de miles. Los judíos se presentan a sí mismos en los medios de comunicación como las “pobres víctimas inocentes” de los malvados palestinos. Dios ayude al pueblo palestino. Afortunadamente, el pueblo europeo, asiático y toda América están empezando a verlo claro.