Las razones para que el destino de uno cambie por ser egresado de la Universidad Nacional de Colombia son esa semiosfera cultural a la que uno se atraviesa durante el período de estudios. Se aprende a convivir, debatir, tolerar y retroalimentar con puntos de vista varios sobre cultura, política, arte y el futuro de Colombia. Se hace y se vive un ejercicio de paz durante los estudios y una semiosis ilimitada de la cotidianidad de tantos saberes. Se fracasa y se vive amargado con posiciones radicales, esas posturas se hacen ajenas siendo UN.
A nivel personal pude llevar mis hipótesis literarias y de escritura creativa gracias a la complicidad de maestros como Carlos Uribe Celis y Fabio Jurado. A pesar de mi sería discapacidad física que hoy me tiene escribiendo desde una camilla de la Clínica Casanare, lo digo sin titubeos, mi mayor felicidad y mejor acto de vida es ser egresado de la UN. Lo digo antes de entrar a una cirugía más que compleja. Gracias totales, UN.