Siempre he sido un aficionado neto y raso al ciclismo. Me crié viendo y admirando a Roberto “pajarito” Buitrago, el “ñato” Suárez, Ramón Hoyos Vallejo y Martín “Cochise” Rodríguez. ¡Imagínense, tiempos inolvidables aquellos! Salíamos a las carreteras y a las calles de la ciudad a ver y aplaudir a esos valientes ruteros que llegaban sudando después de 5 o más horas de pedalear y pedalear.
Por estar siempre pendiente de lo que acontece con el ciclismo, recuerdo que hace muchos años, estando fuera del país, vi en Facebook una nota de un ciclista que pedía colaboración para poder competir en el mundial de ciclomontañismo en el 2014. (1) Comenté el asunto y se nos hizo increíble que a “estas alturas de la vida un deportista colombiano tuviera que casi pedir limosna para representar a su país. ¿Por qué el gobierno no había creado mecanismos para que tuvieran todas las condiciones para asistir por cuenta del Estado y no estar mendigando? En Estados Unidos los deportistas tienen ayudas reales de tal manera que, por ejemplo, les dan becas universitarias por el hecho se ser buenos deportistas.
Eso fue hace apenas ocho años. Tremendo que sigamos siendo subdesarrollados no sólo para ayudar a los deportistas, sino a los investigadores, científicos y todo aquel que desee superarse como ser humano. La cultura traqueta ha fomentado el uso y el abuso del poder y del dinero para decir que somos un país bien, pero no.
Nadie iba a imaginar que ese deportista poco tiempo después se convertiría en un ídolo nacional. Gracias a sus dotes de escalador logró no sólo subir en el “ranking internacional”, vincularse a un equipo de categoría especial (Sky Ineos, ahora sólo Ineos) y después ser campeón del Tour de Francia (2019) y del Giro de Italia (2021), dos de las tres competencias más importantes a nivel mundial junto con la vuelta a España.
Para el 2022 todo estaba dado para que se convirtiera en un año super especial y fuera ganador de las competencias que más pudiera. Pero la mala suerte se cruzó en su camino y un accidente casi le quita la vida. Estuvo en situación crítica y el país entero se movilizó para pedir por la salud, por la recuperación de su ídolo. La prensa, con su acostumbrada exageración cuando se trata de crear éxtasis y pasión en los momentos de triunfo, día y noche informó sobre el estado de salud del muchacho de Zipaquirá, quien se estrelló contra un vehículo estacionado a un costado de la carretera. Las cadenas de oración, los ruegos particulares, las energías enviadas y demás formas de pedir eran una sola para que todo se diera en la recuperación del ídolo colombiano.
Al final, ciclista con buena suerte pues en poco tiempo su salud fue mejorando y su físico fue adaptándose para competir en las grandes vueltas. Los medios comenzaron a trabajar en su acostumbrado modus operandi dándole los mejores calificativos. Hasta ahí todo muy chévere. Todos alegres porque eso es lo que siempre queremos: triunfos de colombianos.
Pero un día cualquiera el Dios del ciclismo @Eganbernal le dio por comentar de política en Twitter. Se fue contra el candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro: “parece que la campaña se le salió de las manos a @petrogustavo” y muchos otros trinos que demuestran su aversión a Petro. Sólo uno de ellos fue respondido por el candidato presidencial. Se trata del que se refirió a haber estudiado en el mismo colegio que lo hizo Gabriel García Márquez y el ciclista hace una comparación odiosa y sin sentido; la respuesta no tiene nada que ver con la referencia hecha por el candidato. (2) Por ejemplo, ignorancia absoluta al responder que, mientras Gabo escribió sus primeros cuentos (antes de 1947) Petro hizo parte del grupo guerrillero (1977).
Bernal afirma que puede opinar sobre política y desde luego puede hacerlo, pero con seriedad, con argumentos, con investigaciones, con ecuanimidad y no como se ve a leguas, que cada vez mete más la pata, aunque en este caso no para pedalear y ganar una competencia justa sino una fuera de tono. Se nota que le pone emoción y sentimientos, pero no como cuando gana y agradece a sus patrocinadores sino viendo qué y quién le conviene más a él y a sus intereses y no a Colombia. En este caso parece que Egan no quiere encabezar el pelotón y mostrarse como un líder sino irse chupando rueda y así sacar provecho a futuro. ¿Cómo o por qué? Solamente él y a quienes sigue o apoyan lo saben. Le falta ser más objetivo y sí, puede participar políticamente, pero debe recordar que miles y tal vez millones de sus seguidores también lo son del personaje que él ataca y desprecia. A futuro eso le quitará “admiradores”.
Al ciclista de Zipaquirá tal vez se le subieron los humos a la cabeza (no estoy hablando que el golpe lo haya afectado, porque eso es propio de emociones y no de comportamiento) al pensar que estar del lado de los gobernantes y de los creyentes es la ruta más fácil. De otro lado ha habido ángeles que le han protegido, pero parece estar poseído por los demonios del mal. Olvida que casi tuvo que pedir limosna para competir a nivel internacional y que en estos momentos debe haber muchos muchachos deportistas que están en esas mismas condiciones debido a la ineptitud de quienes han gobernado a este país. Debería trinar más sobre la corrupción, los falsos positivos, la desaparición y asesinato de líderes y lideresas sociales, el robo de las tierras a los campesinos obligándolos a desplazarse de sus veredas, de sus pueblos y tantos otros atropellos que cometen esos a quienes él apoya en sus trinos.
Demuestra que le falta verdadero sentido social al criticar videos como el de la “pulla” (3), y no entender que está basado en investigaciones y datos reales. A lo mejor cree que por ser sátira está parcializada; esto ocurre cuando no se tienen ni los conocimientos ni la humildad necesarias y refuerza aún más sus críticas con una posición radical, que no es capaz de controlar como sí lo hace con el manillar de su bicicleta.
La vuelta a Colombia en su edición número 72 terminó el pasado domingo y sólo comentó un día para protestar por el accidente ocurrido en la tercera jornada; pero nunca felicitó a los ganadores de etapa, nunca pidió ayuda para los ciclistas más necesitados, nunca hizo referencia a las angustias de quienes no pueden participar por falta de medios. No hay ningún trino felicitando al campeón de esa dura vuelta, Fabio Duarte (4); nunca resaltó que es un deportista que consiguió su segundo título a la edad de 36 años. No habló del ciclista que ocupó la última posición, de su silencio y su tristeza. Cosas que demuestran que le importa más la segunda vuelta política que la vuelta a Colombia, sus participantes, sus rutas, sus paisajes y la realidad del ciclismo nacional; abandonado por el Estado y mal manejado por Fedeciclismo. Se ve que @Eganbernal quiere mostrarse, sobresalir en un momento crucial para la historia de Colombia, combatiendo al candidato que no es de su agrado; sin tener en cuenta que una gran mayoría del pueblo colombiano lo respalda por considerarlo la mejor opción. Gente que está cansada del miedo, del dolor y de la desigualdad social y que son los mismos seres humanos que encuentran alegrías con los triunfos de los deportistas, por lo cual no es bueno mezclar estos asuntos.
Por otro lado, trina contra Petro, pero curiosamente nunca ha nombrado a la candidata a la vicepresidencia @FranciaMarquezM tal vez por ser mujer, por ser negra o porque tácitamente apoya los pensamientos de Hernández respecto al sexo femenino… ¿Se le zafó la cadena de su costosa bicicleta y quiere que se la arregle el ingeñero? Aunque su apoyo inicial fue por Fico y ahora, aparentemente, no ha dicho su voto por quién será, con todo esto, difícil pensar que lo haga por el @PactoHistorico y como dijo alguien: lo más seguro es que se le subieron los humos a la cabeza, se le olvidó que fue pobre porque se codea con los de arriba y porque es uno de los pocos y afortunados ciclistas que devenga un salario millonario.
Esto me recuerda algo que mi madre nos recalcaba: “Siempre hay que conservar la humildad pase lo que pase! No hay nadie más peligroso que un levantado*” Para mí en estos momentos Egan Arley Bernal es ese tipo de persona: un levantado. Y me gustaría que no levante más trofeos, pero como eso depende de sus capacidades si llega a hacerlo no sentiré ninguna emoción. Ya no correré para llegar a ver las etapas y hacer fuerza para que gane, porque siempre tendré en mente que a él no le importan los ciclistas pobres, ni los que no pueden participar por falta de apoyo del Estado, ni los aficionados que no tienen qué comer, ni los desplazados, ni a quienes les roban sus bicicletas, ni nada que ver con la Colombia verdaderamente humana.
Posdata: No creo mucho que ya se le deba decir güevón como lo expresó @SaninPazC sino que debido a estas circunstancias sería mejor un término como alienado, amnésico o tal vez dopado (y que conste: no estoy hablando de doping).
Posdata 2: Pero como la idea es la reconciliación y la paz tal vez a futuro Gustavo Petro y Egan Bernal puedan celebrar juntos sus victorias y los aficionados al ciclismo que no vieron con buenos ojos las opiniones políticas del hijo de Zipaquirá, la ciudad de la Catedral de sal, al saber que Egan reconoce sus errores vuelvan a sentir alegría al verlo como campeón con la bandera de Colombia en lo más alto.
(3) https://www.youtube.com/watch?v=jZCuKmS6-KQ
*término para referirse a una persona que fue pobre y luego al tener dinero o fama se creen más que todo el mundo, olvidan que fueron pobres y hacen daño sin importar a quien.