“Las crisis son oportunidades” es una frase que muy bien entiende y aplica el empresario Germán Efromovich. Su campo de juego para esta filosofía fue Avianca, la cual llegó a comprar en el 2004 por un valor de 65 millones de dólares, después de 20 meses que la aerolínea llevaba metida en el capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos y en una verdadera crisis interna entre accionistas, administración, empleados y proveedores que se debatían el control de la empresa que ya se creía perdida.
Al mejor estilo del lobo de Wall Street, el negocio se cerró de la manera más informal posible. Sin auditoria jurídica y contable, sin gastar plata en abogados ni banqueros de inversión, Efromovich se enfocó en un compromiso específico: estabilizar la empresa con los 65 millones de dólares que invirtió, volcándose enteramente en la estructuración interna de la compañía. Renovó la cabina de los aviones, actualizó el logo de la empresa, remodeló el centro de operaciones, revivió los programas de fidelización por millaje, reanudó antiguas rutas aéreas descontinuadas, amplió la red de alianzas de códigos compartidos, entre otros. Tres años después de la llegada de Efromovich, en el 2007, la empresa insignia de Colombia costaba alrededor de mil millones de dólares.
Esto fue catalogado por muchos expertos y eminentes medios de comunicación como un milagro. El milagro de Avianca.
Pues bien, hoy, tras años de haber gestado el milagro que le permitió seguir volando a la segunda aerolínea más antigua del mundo, Germán Efromovich tiene entre ojos a Alitalia, otra compañía aérea que, por el golpe que produjo la pandemia del COVID-19, está en peligro de desaparecer.
La Sociedad Aérea italiana-Alitalia fue fundada en el 2009 tras la compra de la entonces quebrada Línea Aérea Italiana-Alitalia, la cual fue creada en los años 40, y posteriormente fusionada con quien fuera su mayor competidora en el mercado aéreo italiano, llamada Air One. Hoy es la aerolínea numero 19 más grande en el mundo, con una flota de 91 aviones y una red de 94 destinos en 4 continentes.
Fue a mediados de abril que el gobierno italiano anunció que, con una inversión de 3 mil millones de euros, el Estado tomará las riendas de la compañía para evitar que esta sucumba ante la difícil coyuntura. Este fue el momento propicio para que Efromovich se pronunciara y así lo hizo. El 20 de mayo, el empresario colombo-brasilero afirmó tener listo mil millones de euros para adquirir Alitalia o para participar en la nueva empresa que emergerá de la intervención del gobierno italiano en plena cuarentena.
Aunque el primer ministro italiano ya anunció el nombre de la nueva compañía, su presidente y su vicepresidente, German Efromovich mantiene la propuesta de inversión suya y otros socios privados, esperando tener voz y voto en el proceso de estructuración interna de esta, teniendo en cuenta su trayectoria con Avianca.
"No pongo problemas para ser socio. Pero si logramos ser socios con el sector público, la única condición que pondría es la de cero interferencias de la política" dijo en una entrevista.
Efromovich también ha expresado su interés en invertir nuevamente en Avianca, tras el anuncio de la compañía de acogerse al capítulo 11 en el pasado mes de abril.