El Gobierno de Estados Unidos ha reanudado las operaciones del programa de Permiso de Reunificación Familiar Cubano (CFRP), suspendido en 2017 y que autoriza a quienes ya residen de forma legal en territorio norteamericano solicitar el ingreso de sus parientes en la isla.
El programa arrancó en 2007, durante la presidencia de George W. Bush, pero la reducción del personal diplomático estadounidense en La Habana llevó a su suspensión una década más tarde, ya con Donald Trump en la Casa Blanca. En 2018, se cerraron las oficinas de la Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
La Embajada norteamericana ha confirmado este jueves en un comunicado la reanudación de los trabajos. Las entrevistas a los potenciales beneficiarios arrancaron el 18 de agosto, si bien Estados Unidos atiende únicamente a quienes habían presentado su solicitud antes del cierre de 2017.
La Administración de Joe Biden ha realizado algunos gestos hacia la isla, como la reanudación de los visados o la revisión del límite de remesas, pero por ahora no ha dado muestras de volver por completo al acercamiento histórico que promovió Barack Obama, que incluso viajó a La Habana en 2016.