Finalmente, después de muchos años y múltiples disquisiciones sobre el uso del glifosato, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió concepto en relación con la toxicidad del glifosato, ingrediente activo del herbicida Roundup, producido por Monsanto. Este se ha constituido en el plaguicida más vendido en el mundo y a la vez en un gran problema para la salud pública mundial; en razón de la imposición hecha por los EE.UU. a los países que se encuentran bajo su esfera de influencia económica, para efectos de uso agrícola y para el control de cultivos ilícitos, circunstancia en la que se encuentra involucrada nuestra querida patria.
La OMS, a pesar de las presiones de las multinacionales, ha declarado que el glifosato está afectando la salud de las personas que de una u otra manera se exponen a su sus efectos nocivos, afirmación que se ha sustentado en el concepto científico emitido por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, que estudió durante un año el efecto que varios insecticidas y herbicidas, entre ellos el glifosato. Hasta antes de este estudio, la OMS había calificado el glifosato como agroquímico no cancerígeno, negando las evidencias encontradas en diferentes países del mundo en los que muchas personas se han visto afectadas por el glifosato y han padecido enfermedades como el cáncer, abortos espontáneos o malformaciones.
La información divulgada mundialmente indica que la IARC ha incorporado el glifosato en el grupo de sustancias 2A de la IARC; correspondiente a la lista de sustancias probablemente carcinógenas para humanos. La decisión adoptada el viernes 20 de marzo de 2015, en una reunión de expertos de la IARC celebrada en su sede de Lyon, Francia, incluye también en este grupo de sustancias a los insecticidas malatión y diazinón. El estudio de la IARC señaló los efectos genéticos de la exposición al herbicida; destacando que el herbicida “también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas”, situación que tiene relación directa con el cáncer.
La transcripción de parte del texto original en inglés, emitido por los científicosque realizaron la investigación que ocupa la atención de este artículo, contempla: “Para el herbicida glifosato, hubo pruebas limitadas de carcinogenicidad en seres humanos para linfoma no Hodgkin. Las pruebas en seres humanos provienen de estudios de exposiciones, sobre todo agrícolas, en los EE.UU, Canadá y Suecia que se publica desde el año 2001. Además, hay pruebas convincentes de que el glifosato también puede causar cáncer en animales de laboratorio. Sobre la base de tumores en ratones, la Agencia de protección ambiental de Estados Unidos (US EPA) clasificó inicialmente al glifosato como posiblemente carcinógeno a los seres humanos (grupo C) en 1985. Después de una reevaluación del estudio del ratón, la EPA cambió su clasificación a la evidencia de no carcinogénesis en humanos (Grupo E) en 1991 [ ..].El Panel Asesor científico US EPA observó que los resultados de glifosato reevaluados significativos utilizando dos pruebas estadísticas en el preámbulo de la IARC. El grupo de trabajo del IARC que llevó a cabo la evaluación considera los hallazgos significativos del informe de la US EPA y varios resultados positivos más recientes para concluir que hay suficiente evidencia de carcinogenicidad en animales de experimentación. El glifosato también había causado ADN y daño cromosómico en células humanas, aunque dio resultados negativos en pruebas con bacterias. Un estudio realizado en residentes de la comunidad informó de aumentos en los marcadores sanguíneos de daño cromosómico (micro núcleos) después de formulaciones de glifosato fueron rociadas cerca [...]El glifosato tiene actualmente el mayor volumen de producción mundial de los herbicidas. El uso más grande en todo el mundo es en la agricultura. El uso agrícola del glifosato ha aumentado marcadamente desde el desarrollo de los cultivos que han sido modificadas genéticamente para hacerlas resistentes al glifosato. Glifosato se utiliza también en aplicaciones de forestal, urbano y el hogar. El glifosato se ha detectado en el aire durante la fumigación, en agua y en alimentos. La población general está expuesta principalmente a través de la residencia cerca de zonas rociadas, uso en el hogar y dieta, y el nivel que se ha observado es generalmente bajo”.
Después de esta afirmación taxativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) queda en manos de los grandilocuentes y magnánimos mandatarios de la política nacional, acceder o no a las exigencias del gobierno gringo, sobre la utilización del glifosato para la extinción de los cultivos ilícitos en el territorio nacional, determinación para la que tendrán que sopesar entre lo que es importante para la salud pública del país y la capacidad de sumisión de La oligarquía nacional. He allí una importantísima determinación que debe partir en primera instancia, del hecho de que la erradicación de los cultivos ilícitos no se lograra con medidas impositivas de carácter policíaco y que serán las políticas encaminadas al logro del bienestar integral de la población rural, las que posibilitaran el cambio de la mentalidad productiva de nuestros productores rurales
