En esta ocasión abordar de manera llana dos temas tan importantes en nuestra sociedad colombiana es el reto; educación y realización profesional. Consiste en generar reflexión alrededor de la práctica docente con el objetivo de resaltar la incansable labor que realizan día a día en las aulas escolares.
Ser docente en Colombia representa grandes retos dentro de los que está el educativo, el cual apunta a la formación profesional pertinente y de constante actualización, partiendo por lo establecido en la Constitución Política de Colombia de la educación como derecho. Esta debe estar al alcance de todos en la sociedad, priorizando el desarrollo de múltiples dimensiones, desde el conocimiento y la ciencia hasta valores humanos y el mejoramiento cultural, por ello el docente como experto del tema trabaja en convertir los contenidos teóricos en contenidos aptos para la enseñanza de cada nivel educativo mediante los métodos, didácticas y formas adecuadas para cada momento. No se trata de levantarse frente a un grupo de estudiantes y dictar un tema desde cualquier tipo de discurso y evaluarlo de forma sencilla en la que las dos partes (educando y educador) crean que fue un proceso exitoso, eso lo hace cualquiera. El docente sin duda alguna es el encargado de hacer única esa práctica social llamada educación mediante elementos que solo su profesión y pasión le permiten tener. Empezando por un saber específico que lo hace experto en un área determinada matemática, estadística, ciencias naturales, ciencias sociales, lengua castellana, etc. Sin importar cuál sea, todas con gran conocimiento y esplendor.
Continuando con un elemento clave dentro de las ciencias de la educación es la pedagogía que hace única la profesión, habiendo pasado por diferentes categorías en momentos históricos saber, disciplina, hoy se encuentra en un estatus de ciencia de la educación, de la cual los docentes son los principales aportadores a la solidificación de su estatus, por ello hoy existen docentes investigadores qué mediante su práctica pedagógica generan laboratorios con los grupos de estudiantes que le permiten teorizar sobre esa práctica. Así mismo el docente genera conexión entre los contenidos los cuales debió hacer comprensibles y el educando. Es de vital importancia mencionar que el discurso docente se construye mediante la aplicación de cada elemento necesario para entrar al campo (escuela). Se piensa la enseñanza mediante la pedagogía, que brinda el discurso necesario para hacer entendible la cátedra.
Otro gran reto que tiene la docencia para abordar es el social, si bien es cierto la educación transforma vidas e inclusive genera grandes movimientos de tipo políticos, económicos y sociales de larga duración, sin embargo la docencia se ha visto envuelta en numerosos problemas debido a la falta de aplicación de los principios éticos de la profesión y el olvido por parte de algunos profesionales del campo de su importancia. Por ello se han generado visiones equivocas, pero en realidad el docente que debe hacerse conocer por todos en la sociedad, es el responsable, garante de los procesos de formación, contribuyente a la preparación de los estudiantes para afrontar los cambios sociales de Colombia.
Aquí se enfatiza sobre lo social, los procesos de formación inciden directamente sobre las mentalidades, resaltar hechos históricos que marcaron a Colombia, políticas sociales que nunca han funcionado, estudiar las principales propuestas económicas, generar distintas visiones de la sociedad a los jóvenes, mostrar la realidad regional del país, conocer la diversidad cultural, fomentar en cada clase la capacidad crítica y analítica. Esto constituye la verdadera función docente, motivar a ser autónomos y constructores de una sociedad que toma como base la paz, esa es la verdadera función y visión que debe existir.
Para concluir es coherente señalar que la realización profesional no viene en gran medida con mayores estudios, sino con la capacidad de poder convertir esos estudios en utilidad para la formación académica y humana de la sociedad. La profesión docente se dignifica y se hace importante en la medida que el Estado y la sociedad la reconozcan como la principal contribuyente a que se cumpla lo pactado en sus artículos educativos señalados en la constitución política.