Es evidente que la educación en la mayoría del mundo es brindada a partir de métodos tradicionales y ejecutada con metodologías que como muchos estudios han confirmado no siempre funcionan. Por eso es necesario comprender que se necesita formar a las nuevas generaciones para que puedan comprender la realidad en la que viven e impactarla de manera significativa.
Existen pocas organizaciones que en el mundo que estén orientadas a ese designio. El Centro Latinoamericano del Propósito (CLAP) es una propuesta que busca precisamente eso, formar líderes que sean capaces de resolver problemas complejos de la sociedad latinoamericana. La idea surgió de dos jóvenes: Daniel Corzo, un economista de la ciudad de Bucaramanga y Renzo Cuadra, un administrador de empresas de la ciudad de Lima, Perú.
CLAP fue fundada en 2018 y surgió de una conversación de estas dos personas en Madrid (España), donde pensaron lo que hoy sería una idea tangible. Pues hoy el centro tiene sede en la ciudad de Bucaramanga, donde ya se está llevando a cabo el Programa Especializado en Liderazgo y Gestión Social, en el cual participan 7 jóvenes de diferentes partes del país y de otros países de Latinoamérica.
“Las convocatorias se hicieron por Facebook. Comencé a leer los requisitos y lo que CLAP estaba ofreciendo y me gustó muchísimo que estuviera encaminado a mejorar la educación, pues yo soy profe en Artes Visuales, así que encajó perfecto. Teníamos que subir un video a Facebook donde participábamos por hacer parte de la co-creación del modelo educativo y yo no quedé seleccionada, pero me gané una beca del 50%”, anota Melisa Spontón, de Corrientes, Argentina y beneficiaria del proyecto educativo de CLAP.
Como Melisa, otras personas participaron de las convocatorias para ser seleccionados y el próximo año se espera recibir a la segunda cohorte, colaboradora del pénsum académico, donde hay participantes de Ecuador, Perú, Argentina y varias ciudades de Colombia.
Este programa consta de 5 meses, lo que se traduce a 20 semanas, donde existe una distribución horaria: 480 horas de acompañamiento docente, 480 de aprendizaje en proyecto y 240 de aprendizaje autónomo, lo que suma un total de 1.200 horas. Esto significa que CLAP ofrece al estudiante no solo capacitarse con un pénsum especializado en Liderazgo y Gestión Social, sino que también permite la práctica simultánea de esos conocimientos, atacando problemas sociales de la ciudad.
En este caso, los siete estudiantes se encuentran realizando el proyecto Sueña, cree y emprende, donde han construido en estas cinco semanas la fase de identificación con la Comuna 5 y 14 de Bucaramanga, dos de los sectores empobrecidos de la ciudad. Donde desean impactar de manera positiva a los chicos de los grados 9 y 10 de las instituciones educativas de dicha comuna. El programa comenzó en el mes de agosto y finaliza el 21 de diciembre.
“Creo que la única forma de hacer transformaciones es con el liderazgo colectivo y para ello se requiere reunir personas, organizaciones y sectores, es por ello que desde nuestra visión como organización son supremamente importante las alianzas “dice Daniel Corzo, Director de proyectos de CLAP. Es que esta organización también le apuesta a las alianzas y es por ello que cuenta con la participación de APC (Agencia Presidencial para la Cooperación), contando con GIZ (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit) una agencia del gobierno Alemán especializada en la cooperación como financiador de esta innovadora idea.
CLAP es una organización que también se enfoca en el área de investigación, asesora proyectos y los crea. Pues están alineados con la agenda 20-30 y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, buscando precisamente mejorar al mundo brindando capacidades de liderazgo a quienes se preocupan por mejorar su entorno: “Hay una cantidad enorme de personas que día a día están luchando por mejorar la comunidad en la que viven, que luchan por traer servicios básicos a sus comunidades, contribuir con la educación en su entorno, pero muchos de ellos no tienen los recursos y/o la capacidad para escalar en las iniciativas que tienen. Los voluntarios están activos por un tiempo mientras realizan las labores, pero terminado el tiempo de voluntariado siguen con sus tareas o prioridades, lo que hace que se derrumben esas buenas ideas. CLAP es una respuesta a ese problema, porque es una plataforma donde una persona que tenga voluntad de generar cambio social, puede acceder, para aprender habilidades y llevar proyectos sociales a cabo, trasladando a la práctica esos conocimientos para ponerlos al servicio de las comunidades. Esto es para quienes tienen esa vocación de servicio social”, exclama Renzo Cuadra, Director de Innovación de CLAP.
