El diseño de indumentaria es parte fundamental en una historia cinematográfica, pues permite darle al actor pautas para crear la esencia de su interpretación y así transmitir elementos abstractos y un mensaje emocional que se convierten en la segunda piel del personaje.
El reto del diseñador es lograr que la imagen del vestuario sea parte de la historia, pues los actores hasta que no se ponen la ropa, no se convierten en los personajes.
La legendaria Edtih Head, diseñadora de los clásico y míticos vestidos del cine de Hollywood, se convirtió en la figura más influyente en el mundo del diseño de vestuario. Nació en 1897 y fue profesora de francés, sin embargo como todo genio inquieto, quiso ganar dinero extra trabajando en sus ratos libres.
En 1923 la compañía de cine Paramount estaba solicitando dibujantes y figurinistas y ella decidió enviar su portafolio. Inmediatamente fue contratada por Howard Greer, jefe del departamento de arte de ese estudio.
A Edith le gustaba imaginar que al crear el vestuario apropiado para un personaje, este contaría por sí mismo la historia y consideraba que el foco informativo estaba implícito en este.
Por tal razón se convirtió en la favorita de Alfred Hitchcock para diseñar los vestidos de sus películas, entre ellas Vértigo, La Ventana indiscreta y Atrapa a un Ladrón.
Head tenía un concepto definido de la elegancia, puso de moda los pareos y empleó las joyas como complementos indispensables, estilo que muchas actrices de Hollywood adoptaron, entre ellas, la bellísima y exquisita Audrey Hepburn.
En Atrapa a un Ladrón, creó un sofisticado vestuario para el personaje de Grace Kelly, desde un magnífico vestido estilo griego hasta un traje casual de playa.
Entre los 8 premios Oscar, ganados a pulso por su magistral trabajo, se encuentran “Eva al desnudo”, “Vacaciones en Roma” y “Sabrina”, películas donde queda en evidencia el refinado gusto de los detalles, en el vestuario femenino.
Edith dejó un maravilloso legado en el mundo del diseño de indumentaria, gracias a sus creaciones en el cine. Y será recordada por implementar la adaptación del nuevo look francés, más moderado pero sin dejar la elegancia a un lado.
Es así como a la moda y al cine los une, una estrecha relación, pues el diseñador debe meterse en el personaje de lleno, para percibir la esencia de éste y darle elementos tangibles al actor para una acertada interpretación.