Édgar Perea fue un barranquillero nacido en Quibdó

Édgar Perea fue un barranquillero nacido en Quibdó

'El campeón' decía que la ciudad a la que le debe todo es Barranquilla. "Yo soy un barranquillero nacido en la capital de Chocó"

Por: José E Mosquera.
abril 14, 2016
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Édgar Perea fue un barranquillero nacido en Quibdó
Foto vía Twitter @ricardosoler12

Por la transcendencia que tuvieron las ciudades de Quibdó y Barranquilla en la vida del narrador deportivo más famoso de Colombia, Edgar José Perea Arias, más conocido como 'El Campeón', un verdadero ícono en la narración deportiva, quien murió en Bogotá a los 81 años, lleno de triunfos y de gloria.

Quibdó --donde nació y vivió sus primeros años de vida en medio de la pobreza y la miseria-- y Barranquilla --donde se convirtió en el narrador deportivos más famosos del país--. Por eso resulta bastante interesante publicar el escenario seis del libro, Edgar Perea, polémico, cuyo autor es el periodista José Cervantes Ángulo, publicado por la editorial Intermedio Editores en 1994, donde Perea relató de manera escueta sus primeros años de  infancia rodeado de pobreza y miseria en Quibdó:

“Tenía yo unos cuatros de edad cuando mi madre, doña Georgina Arias, murió en Quibdó de un derrame cerebral. Entonces, quedé huérfano. Un tío materno nos recogió a mis hermanos y a mí, y nos dio alojamiento en su casa. Pero éramos cinco hermanos… le dábamos mucha lidia a ese señor, y no la pasábamos bien, pero nada bien, porque allí todo era miseria y pobreza absoluta. Él nos trataba muy mal, nos ofendía mucho y nos pegaba demasiado. Entonces, un día me fugue de esa casa y anduve por las calles de Quibdó como un gamín. No meda pena ni avergüenzo al decirlo, yo fui gamín. Dormía también en la puerta de la Iglesia de Quibdó, en el mercado…. Dormía en la calle con un grupito de muchachos, y con ellos me robaba los patacones que las fritangueras hacían en los tugurios de las esquinas. Recuerdo que pasábamos corriendo frente a las ollas y cogíamos el patacón a las carreras y caliente".

Llegábamos a las canoas cargadas de panelas y también nos las robábamos. Un día me robé una panela y me la comí entera escondidas de los demás integrantes de la gallada, y a la  media hora sentí unos dolores en el estómago que me privaron. Cuando desperté, estaba en el hospital. No sé quién me llevo, ni que pasó. Solo sé que desperté en una camita del hospital. Allí había como cuarenta enfermos más. Total, cuando me di  cuenta de que ya no tenía dolor, me levanté, corrí y me fugué. Fue entonces, cuando un desconocido me vio en la calle y me recogió. En el río Atrato nos embarcamos en una canoa río Arriba durante varias horas hasta que llegamos a una finca que queda en unas laderas del río. Allí estuve largo tiempo, haciendo trabajos varios y cortando plátano. Tenía entonces seis años. Como vez, tuve una infancia dolorosa. Es más, creo que nunca tuve infancia porque vivía enfermo y era un recogido.

Un buen día estaba yo en la parte atrás de la casa. Dormía en un pequeño cuarto, por allá en la cocina, cuando vi que venía un señor alto y elegante con el señor que me había recogido. Mi corazón latió fuertemente, porque la sangre llama a la sangre. Vi la cara de ese señor, este es mi papá- sin saberlo porque, exclame enseguida lleno de alegría.

Aquel señor me levantó, me abrazó, lloró y me besó. Era don José Ángel Perea, quien había venido de El Bagre, Antioquia, a recogerme, al enterarse de que mi madre había muerto. Venía a sacarme de allí. Entonces, me le prendí del cuello de ese señor y no me le volví a soltar. El señor no hizo nada para que yo me le despegara.

Él caminaba y yo seguía agarrado de su cuello. Luego, él le agradeció mucho al señor que me había recogido y nos embarcamos en una lancha. Mi padre me llevó a El Bagre y me me llevó a un hospital para que me examinarán los médicos, quienes me encontraron muy enfermo, pero después de un tiempo aliviaron mis males físicos. Desde entonces me quedé viviendo con mi padre en su apartamento de soltero (…) No quiero dejar de decir que más nunca volví a Quibdó. Era un pueblo con mucha miseria y mucha pobreza. De modo que mis primeros años trascurrieron entre El Bagre, Magangué, Mompox y Cartagena; pero a la ciudad que le debe todo es a Barranquilla. Yo soy un barranquillero nacido en Quibdó".

@j15mosquera

 

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