En los últimos dos partidos del mundial, quería que Brasil venciera Holanda y que Argentina venciera a Alemania. Pero perdí. Que le vamos hacer. Soy un defensor de causas perdidas: En el deporte y en muchas otras actividades humanas, mis afectos siempre están, en primer lugar con Colombia y, en segundo lugar, con cualquier otro país que represente la reivindicación de los pueblos violentados, saqueados y estigmatizados. Quizá por eso me gustaría también que los latinoamericanos y de manera muy especial, los jóvenes latinos, fuesen un poco más conscientes de su realidad y de su entorno. Más rigurosos con su formación y más comprometidos con el reto de acortar las distancias que tenemos con los países más desarrollados, en todos los campos. Esa es también otra causa perdida, pero yo creo en ella. Si otros países como Japón, Corea, China e incluso Alemania, lo lograron, partiendo desde más abajo, nosotros también podemos.
Pero primero es necesario recuperar la dignidad y el amor propio. Si caemos en el engaño de dejarnos deslumbrar por la luz de una vela encendida, terminaremos adulando todo aquello que nos es ajeno y menospreciando lo más valioso de nosotros mismos. De ahí que si nos conformamos con un octavo lugar, mientras que otros se rehúsan a conformarse con un segundo o un tercer lugar, difícilmente llegaremos algún día al primer lugar. Y de ahí que si nos conformamos con el botín de oro o con el mejor gol del mundial, difícilmente alcanzaremos el primer lugar.
Pero si sienten que lo que digo son simples palabras románticas o la opinión enajenada de un hincha resentido, por favor, presten atención a lo que piensan los campeones, de lo que para muchos de nosotros constituye nuestra mayor hazaña en los campeonatos del mundo:
Honestamente, creo que la admiración de los incautos latinos por las camisetas de los países europeos, les hace suponer tontamente que son parte de ellos y que serán recibidos y tratados con la misma simpatía. No quieren ver que lo mejor a lo que pueden aspirar, lo que todavía espera para ser construido.