A la velocidad del sonido (434m/s) o mejor aún a la velocidad de la luz, ha venido creciendo en el argot popular, administrativo y de gerencia pública, que todo ordenador del gasto, siendo concretos en los niveles locales, departamentales y nacionales, que para ser buenos gerentes de las entidades territoriales se requiere de un año de aprendizaje, un año de aprendizaje para un gobernante de turno, no es más que un año perdido para el territorio que representa, que dirige pues, es un año de políticas improvisadas, de caminos errados en la solución de situaciones, un año de sometimiento al azar de acciones que deben ser netamente técnicas. Pero como si existe un periodo de empalme es que los administradores ya en las magistratura que ostentan es que se dan cuenta del estado administrativo, financiero, de la proyección de las políticas actuales, de la visión de los habitantes, de las fuentes de financiación de proyectos actuales, de futuros proyectos; cómo es posible, que los administradores den cuenta a sus electores de lo mal o bien que están cuando ya se salen las situaciones de las manos, excusándose en las anteriores administraciones, no más.
El conocer la administración pública no exige una ducha de títulos y estudios, partiendo de los requisitos emanados en la constitución colombiana, y que por su puesto deben acercarse a un perfil idóneo para ejercer la primera magistratura de los municipios y departamentos de Colombia; pero, si requiere una buena ducha de preparación en torno estas entidades territoriales, hoy, se gerencia, se dirigen, ¿qué tan preparados estamos los colombianos para gerencia planes y proyectos? ¿tenemos las competencias para dirigir proyectos administrativos? Las alcaldías y gobernaciones no pueden convertirse es instituciones de educación formal, indistintamente que cada día aprendamos de cada una de las acciones interacción con el otro y con los objetos cognoscibles.
Las elecciones regionales en Colombia deben estar enmarcadas hoy en el conocimiento de lo público, de sus fuentes de financiación, de las APP, Pero sobre todo del carácter forjado de quienes aspiren a primeras magistraturas; las regiones ya no soportan políticas del ensayo- error, de políticas de la inventiva sin técnica, de la improvisación; por el contrario, se requieren candidatos y posteriormente administradores con un plan estructurado de lo que requieren sus entes, de cómo hacerlo y para que hacerlo.
Por eso,
TIROCINIUM ANNUS, …NI UNO MÁS…