En plena campaña Iván Duque afirmaba que su posición sobre los acuerdos de paz con las Farc sería de “Trizas ni risas”; sin embargo, después de dos meses de estar en la presidencia, ha dejado de ver su compromiso para mantener el acuerdo. La voz de Eamon Gilmore, el enviado especial de la Unión Europea para supervisar el cumplimiento de los acuerdos con las FARC, ha sido fundamental para moderar el discurso del presidente.
El irlandés, quien fue el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno que llegó a la paz con el IRA, ha congeniado muy bien con Duque. Él formó parte de la delegación que viajó a la zona de Pondores en La Guajira donde se encuentra el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación que lidera el excomandante Joaquín Gómez, quien se reunió con el presidente. En contravía a la posición inicial de Duque, Gilmore, quien le habla al oído sobre temas de paz, habría influenciado decisivamente en su discurso además de intentar asegurar los recursos que necesita la implementación de los acuerdos con las FARC.