Las madres de los falsos positivos se quejaron ante la utilización de la memoria de los 6402 jóvenes asesinados, buena parte de ellos muertos en los ocho años de la Seguridad Democrática. El stencil con el número de los muchachos asesinados ha sido puesto en el monumento a los Héroes en Bogotá. Las señoras afirman que ellos no son héroes y que no se debe romantizar el genocidio:
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