Los japoneses tenían planeado invertir esta enorme cantidad de dinero para comprar las acciones de otros inversionistas de la joven empresa estadounidense dedicada al coworking, para hacerla crecer. Lo malo fue que este acuerdo no se cerró, pues los asesores de SoftBank pensaron que sería mal negocio invertir tanto capital en una empresa que está reportando pérdidas (unos mil millones en 2018) y que disminuyó su valor en los últimos días.
Sin darle mucha importancia a esta noticia, Adam Neumann, el CEO de WeWork, se puso las pilas y esta semana consiguió un nuevo acuerdo con el banco por 2 mil millones de dólares, un octavo de la inversión inicial. Por otro lado, la empresa está haciendo varios cambios para mejorar su rendimiento, incluyendo un cambio de nombre. Hoy, la “Startup” se llama The We Company y estrena la idea de ofrecer no solo espacios colaborativos de trabajo, sino también nuevos servicios de vivienda, educación y hasta bancarios.