En los últimos tiempos para Crepes & Waffles todo vienen siendo buenas noticias. Al hecho de ser uno de los cinco restaurantes más grandes del país se le suman las numerosas distinciones para su dueña, Beatriz Fernández, así como su acelerada expansión internacional. Incluso, recientemente fueron protagonistas de un descubrimiento arqueológico en el colegio que tienen en Cajarmarca en el departamento del Tolima. Sin embargo, no todo puede ser color de rosa y ahora la heladería terminó en el ojo del huracán y, como rara vez ocurre, fue por algo negativo.
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Todo se originó en noviembre del año pasado cuando Crepes le terminó el contrato a una empleada, según ellos de mutuo acuerdo
Pero, la situación no se quedó así, puesto que rápidamente llegó a oídos Grupo Élite de Equidad de Género (Geeg), una división creada por el Ministerio de Trabajo en 2022, durante la administración de Gloria Inés Ramírez, el cual tiene como fin realizar inspecciones laborales buscando reducir la brecha salarial y previniendo situaciones que generen violencia de género.
El Geeg evidenció que la trabajadora había sido víctima de acoso sexual en su lugar de trabajo. Particularmente, los hechos se dieron en la sede de Crepes en el Centro Comercial Lemont de Medellín, donde una compañera la habría agredido. Tras esto, ella le reportó la situación a su superior, quien no habría hecho nada y antes las habría mantenido trabajando juntas, lo que dio lugar a un nuevo ataque.
El grupo le recordó a la víctima que existe un fuero de estabilidad por acoso sexual y le recomendó interponer una tutela solicitando su reintegro. Esto llegó al Juzgado Trece Civil Municipal de Oralidad de Medellín, que terminó fallando en contra del restaurante y ordenando el reintegro de la trabajadora. Además, ella también acudió a la Fiscalía para instaurar la respectiva denuncia.