La pandemia Covid 19 (C19) ha sido el mayor desafío para la ciencia en el Siglo XXI. Toda la medicina del universo se ha unido como jamás había sucedido para enfrentar esta calamidad y hasta hoy ningún tratamiento efectivo se ha descubierto (por ahora solo un antiviral estaría mostrando resultados alentadores). Tampoco se ha podido contener su enorme poder de contagio, ni ofrecer tratamientos menos invasivos y con bajos riesgos.
Tener una vacuna era prioridad y había una gran gabela, las dos etapas más complejas y largas (preclínicas) ya se habían superado con el desarrollo de biológicos para otros males infecciosos. Se arrancaba con una base fundamental, y en tiempo récord, (unos 9 meses) ya se disponía de al menos unas 10 presentaciones diferentes de biológicos, eso sí aún con muchas dudas y prevenciones. Se contó con grandes inversiones como nunca había sucedido.
Superaron las tres fases clínicas, recibiendo algunas, autorización provisional o de emergencia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellas Pfizer, Moderna, Janssen farmacéutica, Astrazeneca-Oxford. Otras como Sputnik y Sinovac han tenido el respaldo de las agencias de medicamentos de algunos países que las han adquirido por su cuenta y riesgo. Colombia y el INVIMA han asumido la responsabilidad de la china Sinovac
Estamos en fase 4 que es crucial y de alto riesgo. Es la aplicación masiva del biológico en las comunidades con el objetivo de inmunizarlas, pero sigue siendo experimental. Hasta hoy no se ha podido probar con total certeza su verdadera eficacia. Ningún biológico ha sido aprobado de forma definitiva por la OMS porque faltan evaluar resultados de cuarta fase.
La vacunación masiva se ha implementado con el fin de contener la expansión de la pandemia y de limitar sus efectos nocivos. Es apenas una línea de acción, la vacunación no es ni mucho menos una solución a la crisis, es una alternativa que debe atarse a otras. Para evaluar la gestión de un país en el manejo de esta pandemia deben tenerse en cuenta al menos unos cinco parámetros. Ellos son: 1. La cantidad de pacientes hospitalizados. 2. El número reproductivo. 3. La tasa de letalidad. 4. La ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs). 5. El proceso de vacunación o inmunización.
- Hospitalizaciones
La tasa de hospitalizaciones indica las complicaciones por la infección viral debidas a la condición de los pacientes y a las medidas sanitarias implementadas. Lo ideal es que el infectado no enferme o se agrave, que no necesite tratamiento intramural. Las hospitalizaciones son referente del estado de salud de una comunidad. Las medidas sanitarias, educativas y la capacidad persuasiva del gobierno hacia la población cobran valor buscando el mínimo riesgo de enfermar por este coronavirus.
- El número reproductivo del virus
El número de reproducción de un virus indica cuántas personas puede contagiar una sola persona infectada. Ello depende del cumplimiento de medidas biosanitarias en una comunidad, como por ejemplo el uso correcto y masivo de mascarillas. Lo ideal es que esté debajo de 1. Un número reproductivo superior a 1 significa que es probable que una persona contagiada transmita el virus al menos a otra. Con una cifra reproductiva de 2, un infectado contagiará a otras 2 personas, lo cual es crítico porque el brote seguirá empeorando. Por el contrario, si el número es menor a 1 indica que es poco probable que una sola persona transmita el virus a uno o más individuos.
- La tasa de letalidad
Este virus se caracteriza por ser extremadamente contagioso, pero no tan letal como otros similares. La tasa de letalidad se refiere al número de fallecidos sobre el número de infectados. Es decir, es el mayor riesgo de daño por el virus. A pesar de crecer diariamente el número de infectados, la tasa de letalidad se ha venido reduciendo en el mundo, llegó alrededor de 4, hoy el promedio mundial bordea el 2,2 (de cada 100 contagiados mueren al menos 2 personas). Un buen manejo de la pandemia no debería estar lejos del promedio mundial, al menos debajo de 3.
- Porcentaje de ocupación de UCIs
La disponibilidad suficiente de unidades de cuidados intensivos es clave para salvar vidas. Lo más importante es evitar que los pacientes lleguen a esta instancia. Por ello el porcentaje de ocupación de UCIs es uno de los indicadores que más se evalúa diariamente. Una ocupación por debajo del 70% es lo deseable, evita que pacientes en estado grave se queden sin la atención debida. De allí hacia arriba ya es crítico.
- El avance de la vacunación
A largo plazo, una de las métricas que mejor indicará el progreso de un país es el número de personas inmunizadas. A pesar de estar aún todas las vacunas en fase experimental y con apenas aval de emergencia, es urgente que las comunidades se vacunen por los resultados esperanzadores Cuanto más rápido se implementen las vacunas, mayores serán las posibilidades de que los países puedan adelantarse a las nuevas variantes del coronavirus, que podrían ser más transmisibles.
La gestión de un país frente al manejo de la pandemia puede ser evaluada matemáticamente si se toman indicadores reales y actuales. Para aprobar en una escala de 1 a 5 debe estar en calificación de 3 o más (60% de aprobación mínimo). Los valores inferiores son preocupantes y exigen nuevas medidas. Si se toma como ejemplo la situación vigente en Colombia, siendo el valor 1 como el mejor, veamos como estamos.
En el momento el nivel de hospitalizaciones se ha reducido, frente al colapso del inicio de año, del total de infectados más del 95% se han recuperado. Los hospitalizados por Covid 19 son unos 8700 (marzo 24). Esto da una calificación, buena de 0.8. El número reproductivo en cuanto a la capacidad de contagio está ligeramente arriba de 1, se ha logrado gran contención en el último mes, esto equivale al menos a un 0.7. La tasa de letalidad es de 2.6 ligeramente superior al promedio mundial. Pero debajo de otros países como México (9), Italia (3.1), Gran Bretaña (2.9) o Alemania (2.8). La puntuación pesimista es de 0.6. La ocupación de UCIs hoy está en promedio por debajo del 70% que es muy aceptable, da un score de 0.8. La vacunación a pesar de estar activa y normalizada falta mucho cubrimiento, por lo bajo es un 0.3.
Los 5 ítems para Colombia suman 3.2, que es una calificación de aprobación con un cumplimiento del 64%. Haciendo algunos ajustes especialmente en la inmunización, el avance puede ser significativo, con efectos favorables en todos los frentes ciudadanos. Este es un ejercicio que debería hacerse al menos cada dos semanas. Los países más desarrollados y con mejores sistemas de salud, con procesos de vacunación muy avanzados tienen estos indicadores en límites preocupantes con calificación inferior. Buena parte de ellos entran o están saliendo de estrictos confinamientos (Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña, Chile, Israel, España, etc.)
Se diría que en el país y el mundo, falta mucho por mejorar, pero no es fácil dado que ni la mejor ciencia del mundo ha podido encontrar la bala de plata para este coronavirus y puede que nunca la haya.