El sábado murieron dos médicos por la Covid-19, 2 compañeros y colegas, uno anestesiólogo el Dr. Salvador Chimiento Guette, es el segundo médico sucreño victima de la Covid-19 luego del Dr. José Antonio Cabrales fallecido en Cali. También lamentamos el fallecimiento del Dr. Victor Guerrero, ginecólogo. Ambos fallecieron en Barranquilla en las Clínicas del Caribe y General del Norte.
Van 13 trabajadores de la salud victimas del Covid-19 en Colombia, al tiempo que el gobierno se ha rehusado a invertir directamente en la compra de elementos de protección personal (EPP) como tapabocas N95 o mascarillas quirúrgicas, guantes de nitrilo, entre otros EPP porque le parece muy costoso, razón que no tuvieron con la adquisición de publicidad presidencial paga y camionetas blindadas en tiempos de la pandemia.
Recientemente gerencias de clínicas y EPS han impuesto reducir los costos en ciudades como Bogotá, pasando del uso de N95 a mascarillas quirúrgicas o artesanales sin garantías de filtros. Por ende, los trabajadores sienten amenazada su salud sin que la Supersalud sea garante de sus derechos, de confirmarse un caso positivo la entidad irresponsable tendría responsabilidad civil .
El gremio de la salud se siente amenazado y criminalizado porque contamos con mínimas o nulas garantías sanitarias, no tenemos elementos de protección personal para evitar un contagio y convertirnos en vectores de la Covid-19 y estamos a punto del pico epidemiológico ¿nuestras vidas no valen? tal como nulas garantías laborales, puesto que más del 80% de los trabajadores de la salud no tenemos contratos laborales sino contratos OPS que no reconoce el pago de salud, ARL y pensión. Es decir, somos trabajadores sin derechos reconocidos, y lo que es peor, de manera suspicaz desde el Ministro de Salud Fernando Ruiz, el superintendente de Salud Fabio Aristizábal y presidente Iván Duque han habido señalamientos generalizados de “uso indebido de las UCI”. Los trabajadores de la salud del país estamos esperando nombres de clínicas y colegas implicados para rechazar conductas a viva voz, pero no existen elementos probatorios y no han especificado nombres. Somos 700 mil trabajadores de la salud, por ello en las calles nos señalan como creadores del "Cartal del Covid-19" a todos.
Sabemos que las EPS crearon y se financiaron de carteles como el del síndrome de down y del cartel de la hemofilia ¿Cuál es la diferencia ahora? ¿Qué tienen chivos expiatorios para esconder la ineptitud de sus funciones? Hacemos un llamado al orden y a dar claridad. Las responsabilidades políticas deben ser directas, con nombre propio, el responsable de la veeduría financiera y de funciones en salud es del Supersalud, el de la oferta de incentivos a EPS por manejo de UCI es del Ministro de Salud y la responsabilidad política de no frenar la criminalización, y de no promover la reivindicación de garantías para que los trabajadores de la salud ejerzamos en medio de la pandemia, es del presidente Iván Duque. ¿Ahora sus responsabilidades son todas de los trabajadores de la salud que hacemos turnos continuos de hasta 24 horas, que no firmamos decretos, resoluciones, ni tenemos la potestad de señalar conductas financieras y funciones erradas?.
A este caos del gremio de la salud se le suma la reducción salarial impuesta, disfrazada de consenso entre empleador y trabajador de la salud para que quienes tienen contrato laboral reciban la prima por cuotas hasta diciembre. Miles de trabajadores no tienen como equilibrar sus gastos, es decir, quienes estamos en 1ª línea y salvamos vidas no tenemos derecho a recibir una prima completa e inmediata para asegurar el devenir de nuestras familias para seguir salvando vidas ¡Incoherente decisión de parte del gobierno! A esto se le suma una irrisoria prima de servicios que será para una reducida tasa de trabajadores de la salud que el gobierno viene dilatando y hasta ahora se ve perdida. Son muchas promesas rotas para un programa diario de 60 minutos. Hoy tenemos una digna rabia, una mezcla de angustia, zozobra e indignación, un cóctel mezclado por años y siendo agudamente batido por el gobierno nacional. ¿Cuántos muertos, criminalización y abusos toleraremos? Se agotó la paciencia.
A nuestros pacientes, razón de ser de nuestro gremio, estaremos apoyando y salvando las vidas de ustedes, de sus seres queridos, de extraños y conocidos. Hoy somos víctimas de la intermediación financiera, de una ley 100/93 romántica que permite nuestra explotación al no blindarse por no ser reformada, un negocio que sigue y apoyan quienes toman decisiones globales en el sistema de salud. Los carteles han existido, los han creado los dueños de los medios de producción, de las EPS, de aliados cercanos a quienes toman decisiones globales en salud. Nosotros como ustedes somos víctimas hasta ahora inmóviles, ¡juntos nos necesitamos!