Tras cumplir tres años de su gobierno, Iván Duque presentó un breve balance mediático de lo que ha hecho en este tiempo por el país. No obstante, muchos colombianos arrugaron sus frentes al escucharlo y volvieron a sentirlo desconectado, ido, o como si fuera un presidente de un país muy distinto.
No sé qué fue lo que él hizo en otras regiones, porque no me consta. Sin embargo, no creo que lo que dijo en los sendos publirreportajes que le hicieron sea cierto, pues lo dijo con puras palabras. Y, como todos ya sabemos por experiencia propia, su palabra ya no es la misma, ya que en estos tres años no cumplió lo que prometió en campaña, de modo que su palabra perdió muchísimo valor.
Sí puedo dar fe, decirlo con pruebas e incluso anexar miles y miles de testimonios sobre el legado que Duque dejó al Magdalena. El gobierno que hoy tenemos en el departamento (gracias a una inmensa mayoría que votó por un cambio en la gobernanza de esta región) no ha sido de la preferencia de Duque por lo que todo el mundo sabe: porque fue el que derrotó a sus tradicionales aliados políticos en el Magdalena, las familias que siempre se mantuvieron en el poder en esta jurisdicción. Considero que su condecoración domiciliaria a un miembro de una de esas familias en la ciudad el pasado 30 de julio así lo corrobora. Vea aquí la noticia de la cuestionada condecoración: Condecoración de Duque a Díaz-Granados
Así mismo, creo que Duque tampoco cumplió las promesas que hizo a la ciudad de Santa Marta tanto en campaña presidencial como ya siendo presidente. Lea aquí la noticia en las que están las propuestas que hacer para esa ciudad: Propuestas de Duque Santa Marta
En efecto, y como seguramente lo han podido suponer, pienso que el verdadero legado que el presidente Duque le deja al Magdalena y su capital no es más que la gran enseñanza de no creerle nunca más a los candidatos presidenciales que vengan a prometer arreglar las necesidades primordiales de un pueblo que no conocen, más aún cuando esos aspirantes al primer puesto del país son los que pone Álvaro Uribe Vélez. Ese es el gran legado de Duque en el Magdalena. Si no, los reto a que me den sus argumentos.