El presidente Iván Duque no se sentó con los representantes de la Minga en el Cauca. Aunque habían acordado un encuentro en Caldono, desde ayer el fiscal Martínez le advirtió sobre amenazas y supuestos atentados en su contra. Sin embargo, la Guardia Indígena le aseguró que ellos le garantizaban su integridad.
Duque llegó a las 9 de la mañana y se instaló en una escuela cerca al parque central, donde 6.000 indígenas lo esperaban impacientes. Pasaron las horas y el presidente nunca llegó, y el consejero mayor del CRIC Leis Oliverio Lame, quien negoció con la delegación encabezada por la ministra Gutiérrez, anunció nuevas movilizaciones, lo trató duramente y mostró su inconformidad por la silla vacía en Caldono.
El presidente sí adelantó una reunión con su gabinete en una escuela cerca al parque central, e insistió en rechazar las vías de hecho como presión para dialogar con el gobierno. Según el presidente, la Minga no dejó desplegar su esquema de seguridad, lo que hizo imposible su presencia en la mesa: "Lamento profundamente que no se haya valorado el gesto del Estado hoy, y que se haya rechazado la posibilidad de tener este encuentro".