Definitivamente duele ver cómo el presidente Duque por medio del Decreto Legislativo 558 de 2020 se ofreció a pagar las pensiones que los fondos privados deberían haber garantizado. ¡Todo a cambio de nada! Es decir, ahora se le dio por asumir el pago (con cargo al presupuesto de Colpensiones) de unas veinte mil pensiones de los fondos privados porque “los pobrecitos” no tienen con qué garantizarlas.
Esa es una estrategia siniestra, nefasta, lamentable e inmoral. De hecho, da la impresión de que Iván Duque está buscando quebrar a Colpensiones para que posteriormente todo el mundo se tenga que pasar a los fondos privados y nadie se pensione. Definitivamente, el servilismo de ese homúnculo intelectual hacia los intereses de Sarmiento Angulo no tiene límites, vergüenza ni presentación.
Además, de verdad, no sé qué pasa por la cabeza de quienes cotizan pensión en empresas privadas, sobre todo en la que es propiedad de Sarmiento Angulo, cuyo negocio es recibir cotizaciones, hacer billonarias inversiones con esos recursos y no pensionar a nadie. Recuerdo el caso de una amiga: era fiscal delegada, la convencieron de pasarse a un fondo privado y su mesada terminó siendo de un millón de pesos, mientras que sus compañeros que sí se quedaron en Colpensiones se pensionaron con seis millones mensuales.
Lo peor de caso es que los fondos privados tienen casi el 70% de los cotizantes, en su mayoría clase obrera, y una tasa de pensionados pírrica, por lo cual es el negocio perfecto: recibir recursos durante años, invertir en lo que quieran y no pensionar a nadie. Si pierden, fracasa el ahorrador, no los fondos privados.
Para los que no lo tienen claro, en Colombia hay dos regímenes de pensiones: el de Prima Media (léase Colpensiones, que es el del Estado) y el Régimen de Ahorro Individual (léase Porvenir, Colfondos y Protección). ¿Cuál es la diferencia? En el primero usted se pensiona y el Estado se lo garantiza. En el segundo usted se “pensiona” con lo que usted mismo ahorra. Es decir, usted no se pensiona, porque es casi imposible ahorrar doscientos millones de pesos en una cuenta para posteriormente pensionarse con un salario mínimo, máxime si se tiene en cuenta que cuando cotiza sobre un mínimo usted lo que paga son $125.000 mensuales.
En fin, nadie con un mínimo de inteligencia cotiza en los fondos privados. Para la muestra, los altos funcionarios del Estado aportan en Colpensiones (magistrados, ministros, congresistas y abogados), ellos saben que al final de la jornada sí se terminarán pensionando con mesadas de veinte millones de pesos porque el Estado sí juega limpio y sí lo garantiza. Además, no son los únicos, también los gerentes de los fondos privados lo hacen.
