Iván Duque se ha jugado todo su capital tratando de sacar adelante proyectos y propuestas inviables y así se lo ha hecho saber la Corte Constitucional, que acaba de tumbar con 6 votos a favor la cadena perpetua para violadores de niños y niñas por ir en contra de la constitución. Se sabía que no iba a pasar el rasero del tribunal, pero el presidente se la jugó con su proyecto estrella y el Congreso lo respaldó.
Pero no es la única vez que sucede esto. En su primer año de gobierno la corte también tumbó su primera reforma tributaria aprobada, pues fue evidente el pupitrazo por el que fue aprobada. Según los magistrados, los vicios en el trámite fueron evidentes. Después decidió objetar la ley estatutaria de la JEP, armó una discusión nacional que entorpeció la agenda legislativa y la corte se las devolvió basado en el blindaje que tenía el acuerdo de paz que quedó dentro de la constitución.
El presidente se ha quedado corto jurídicamente frente a la corte, y ante esto, solo ha dicho que lo seguirá intentando.
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