Necesitamos que la salud mental evolucione un poco más para que cada forma de fanatismo sea considerada como un síntoma inequívoco de enfermedad mental. Trumpismo, uribismo, petrismo… con la religión, igual. Aquí comparto algunas reflexiones y aforismos para evidenciar que no solo el dióxido de cloro puede ser causa y efecto de déficit cognitivo, sino también el fanatismo político:
Iván Duque hizo un contrato con Pfizer y Astrazeneca. Cada vacuna de 4 dólares de Astrazeneca pagada a 21: “¡El negocio de la vida!”. Pero no alcanzó a salvar a su amigo de la muerte. “Así lo querí”.
La muerte del ministro de Defensa nos deja claro que hay que invertir más en salud; y el discurso de Duque, que hay que invertir más en educación. Duélale a quien le duela.
Si no se logra salvar un ministro de covid-19 en Colombia, nuestra esperanza a salvarnos del virus queda en Elon Musk que vendió todo a sabiendas de que todo esto ‘se putió’ para colonizar Marte. Duélale a quien le duela.
La única vacuna efectiva en Colombia en 2021, es la de la Dian. Duélale a quien le duela.
Dinero no es lo mismo que riqueza. Clases de Economía Política 1. Sin trabajo el dinero se deprecia perdiendo todo valor, pero Petro insiste en que en Colombia los pobres pueden protestar cuando tienen hambre para imprimir billetes. Soluciones populistas. Duélale a quien le duela.
¿Por qué no proponer una reforma para que cada barrio ejecute sus regalías e impuestos sin políticos intermediarios? microfederalismo como vacuna ante la corrupción en lugar de imprimir billetes para mantenerla. Duélale a quien le duela.
Es una paradoja hablar de inmunidad del rebaño sobre un virus que no deja inmunidad. Más inmunidad del rebaño tiene la corrupción. Duélale a quien le duela.
La vacuna no nos deja una inmunidad superior a 4 meses y no garantizara la inmortalidad. La vacuna es comprar tiempo. Si no se aplica en toda la población simultáneamente, no tendremos el efecto Israel. Duélale a quien le duela.
En un país que lleva el nombre de un navegante esclavista, visionario y arruinado, un Ejecutivo que no es ejecutivo, deja a un ministro de Defensa sin defensas. Duélale a quien le duela. “Así lo querí”.
30.1 billones de pesos invertidos en defensa en medio de una pandemia sin recursos nos dejan la tranquilidad de que moriremos con un Ejército fuerte ante el castrochavismo. ¡Ajúa! Duélale a quien le duela.
Y la vacuna anticorrupción, ¿para cuándo? Un barrio de Neiva propone el microfederalismo.
“Estamos dispuestos a reasumir nuestra soberanía como constituyentes primarios -dice la carta- y declararnos en desobediencia civil (art. 37 de la C. Pol.) para retirar nuestra concesión del ejercicio privativo de la fuerza a las autoridades municipales en aras de poder resolver nuestros problemas por mano propia, promoviendo el no pago de impuestos y escindiéndonos de la organización política municipal, buscando autonomía administrativa con respecto a la ciudad de Neiva, de lo cual estamos en nuestro absoluto derecho de no cumplirse nuestras siguientes peticiones (…)” fue lo que los vecinos expresaron ante el alcalde de Neiva y el comandante de la Policía Metropolitana.
La carta completa (R-03001-202101964-CONTROL Id:455514, alcaldía de Neiva).
¿Estamos ante el comienzo del microfederalismo? ¿Puede ser esta la vacuna que necesitamos contra la corrupción?
Reflexiones de Beatriz Ospina Mallarino, politóloga
En el Contrato Social (la Constitución Política de Colombia), el Estado reconoce la vida como un derecho y se compromete a garantizar la seguridad, la paz y la prosperidad. ¿Pero qué pasa cuando el Estado no cumple con ese pacto? ¿Tiene el ciudadano el derecho constitucional de reasumir la soberanía y defenderse a sí mismo? ¿Tiene derecho un ciudadano de matar para proteger su vida, sus libertades o sus bienes? Y en ese caso, ¿es el Estado el responsable cuando un ciudadano hace justicia por mano propia?
Este debate se da cuando un ciudadano mata un atracador en un bus o un barrio se defiende de los ladrones sin apelar a las autoridades. El ciudadano está protegiendo su vida. El Estado, ausente de sus obligaciones, es responsable de que dicho ciudadano, cumplidor de la ley, se convierta en un asesino, situación por demás traumática para él como ser humano.
Quizás con lo que pasa en el barrio Calixto, estamos viendo el comienzo de un nuevo Estado.
@OliverUcros