El alcalde Pumarejo, la gobernadora Elsa Noguera y representantes del presidente Duque se reunieron para tomar decisiones frente a la crítica situación en Barranquilla ante el aumento de contagios en la última semana. Tras la reunión el gobierno decidió enviar 400 soldados a la capital del Atlántico para controlar a la gente y hacerle frente al coronavirus. Aunque hay una cuarentena estricta y se han decretado toques de queda, los contagios siguen aumentando y la gente se mantiene en las calles.
Pumarejo ya advirtió que impondrá sanciones judiciales y los militares estarán para reforzar los cercos que vienen montando en la ciudad. La Policía resulta insuficiente para mantener la vigilancia en Barranquilla, en donde ya se han puesto más de 30.000 comparendos por incumplir la cuarentena.