En tres meses el gobierno Duque no ha podido sacar adelante ninguna de sus grandes reformas a pesar de tener cierta comodidad y respaldo en el Congreso, que al parecer no funciona sin mermelada. Ni la Ley de financiamiento, —hasta el expresidente Uribe le dijo no a ponerle IVA a la canasta familiar— o los proyectos anticorrupción —que Duque respaldó de palabra pero nunca les dio un llamado de urgencia- han avanzado, e incluso la ministra de Justicia Gloria María Borrero amenazó apresuradamente en renunciar si su reforma se hunde. El desespero es tal, que hasta el propio Presidente del Senado Ernesto Macías está pensando en una Constituyente para sacar adelante los temas gruesos.
Definitivamente no es posible tramitar vía Congreso, verdaderas reformas a la Justicia, ni política, ni ajustar los acuerdos de La Habana; las presiones de las Cortes y otros intereses lo impiden. El Presidente no debe descartar la convocatoria de una asamblea Constituyente.
— Ernesto Macías Tovar (@ernestomaciast) 11 de noviembre de 2018
Sin embargo, Duque desde París le cortó las alas, a pesar de lo empantanado del trámite legislativo a menos de tres semanas de concluir.